Los nacionalistas vascos, a causa de la desconfianza que les despierta Zapatero, le exigen el pago por adelantado al apoyo de los presupuestos generales del Estado. "Ningún problema —responde ZP—, ¿qué queréis, Cajasur? ¡Es vuestra! Y además os la regalo con una dote adicional de 392 millones de euros en los próximos cinco años". Ojo, también hay un pago diferido y esto sólo es el principio, ya que existe una buena camada de políticos peneuvistas, acusados de corrupción y algunos de cohecho, a los que la gente de Patxi López ampara con mucho mimo. Basagoiti, el jefe de los populares vascos, ha llegado a declarar, según recoge El Mundo: "...si [el PSE] no deja de proteger a los jefes políticos de supuestos espías", en referencia a dirigentes alaveses del PNV, "está jugando con la estabilidad del Gobierno vasco". En la página del PP vasco esas manifestaciones van acompañadas de frases más rotundas: "El señor Txarli Prieto [máximo dirigente del PSE en Álava] debe decirnos a todos los vascos porqué está amparando, respaldando y protegiendo a los responsables políticos del PNV en ese Territorio, que han estado supuestamente implicados en espionajes, chantajes y en corrupción".
El peneuvista Urkullu, del que el simplón Rajoy comentó que era fácil hablar con él, también habrá considerado 'chupao' el trato con el adolescente que ahora manda. La caja de ahorros vizcaína, BBK, en manos del PNV y por lo tanto financiadora principal de los enjuagues de ese partido, habrá expandido así su área de influencia a la región andaluza, donde a la larga, una vez saneada con el dinero de todos los españoles (FROB), encontrará un verdadero filón para llevarse los cuartos al País Vasco, que viene a ser lo mismo que desde hace tiempo practica la Caixa en toda España. Y si no es así, que alguno me diga si en su pueblo no existe una sucursal del 'Banco Nacional de Catalunya', que no de otro modo se conoce a la 'Caixa d'Estalvis i Pensions de Barcelona', a su vez principal financiadora del poder nacionalista catalán o Partido Único.
Nada diría, puesto que no habría lugar para la crítica, si aquí estuviésemos hablando de bancos o empresas de capital privado que hubiesen adquirido Cajasur, donde cada cual, con su dinero, puede comprar lo que le dé la gana. Pero da la casualidad que en la presente circunstancia nos las habemos con unas cajas de ahorros intervenidas por el poder político regional, muchas de ellas en estado ruinoso como consecuencia, precisamente, de las enormes partidas que han venido destinando a financiar los proyectos más dudosos, por no catalogarlos directamente de delictivos. Un ejemplo de ello podrían ser los 1.000 millones de pesetas (se dice pronto) que la Caixa le condonó al entonces secretario general del PSC, un tal Montilla.
En resumen, dinero contante y sonante para los nacionalistas vascos y vista gorda para sus muchas corruptelas. Así es el pirómano que rige nuestros destinos, siempre dispuesto a sacrificar(se) (a los demás) a fin de obtener el Superglú necesario para mantenerse pegado a la poltrona.
Autor: Policronio
Publicado el 18 de julio de 2010
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