Debate del estado de la prostitución

ZP siempre lleva un conejo escondido en la chistera. Esta vez, en el debate del Estado de la Nación se ha sacado el de suprimir los anuncios de prostitución en la prensa. Aparte de que la prostitución no es ilegal y el dinero que se paga por los anuncios es el único que aflora de una actividad que se mueve en la economía sumergida, está la otra derivada de que si se suprimen los anuncios en prensa, más prostitutas tendrán que salir a la calle a buscar clientes. Y ya están abarrotados hasta los arcenes de las carreteras, como muestran las famosas guías Kikilin de Internet, que son más bien cutres pero ilustran una realidad: la inmigración descontrolada ha traído como consecuencia una prostitución despendolada.

Unos 40 millones de euros se estima que genera dicha publicidad para la prensa. Ahora, la maniobra de ZP es que esos periódicos que publican tales anuncios, dejen de hacerlo y su situación económica se estreche más, con lo que tendrán que acudir a pedir árnica al Estado, es decir, a ZP, como se rumorea que ya están haciendo algunos de grandes tiradas a nivel nacional, pactando una compensación económica. Y ya se sabe que esas subvenciones a la prensa por parte del poder político, nunca son gratis. Se lo cobran en carne, es decir, en libertad de expresión. 

Se podrá opinar lo que se quiera sobre la prostitución, pero existe. Impedir a las personas que lo practican en pisos y apartamentos anunciarse en prensa, es dejarlas más a merced de proxenetas y mafias que les busquen los clientes y empujarlas a formar parte de las que ya están en la calle y que reflejan las guías Kikilin ya mencionadas, que por cierto se llaman así por imitación de la guía Michelin, sólo que en éste caso lo que anuncian es “en tal kilómetro de tal carretera, un kiki por tanto”. Con la prostitución, a mi modo de ver, sólo caben dos opciones: o prohibirla (a ver cómo) o regularla (para que pague impuestos). Y por otro lado, no olvidemos que lo que más prostituido está en éste país son las propias Instituciones políticas, que por cierto, bien que se anuncian en prensa con el dinero de todos.

Autor: Bucan (Firmas invitadas)

Publicado el 17 de julio de 2010