Cada voto afirmativo que Zapatero reciba del PNV destinado a aprobar los presupuestos generales del Estado, hasta un total de seis votos, costará anualmente 78,66 millones de euros, es decir, 13.000 millones de pesetas/año, lo que da un total de 78.534 millones de pesetas que se traspasarán al País Vasco en cada ejercicio fiscal. Y además se hará, tomen buena nota, desde una caja única que es deficitaria en la región vasca y que al resto de los españoles nos cuesta dinero para que allí disfruten de las pensiones más altas de España. Así, pues, confirmado: A ZP le importa un pimiento romper la caja única de la Seguridad Social con tal de seguir en la poltrona otros 18 meses, que es el tiempo que falta para que los españoles lo enviemos a la puta mierda. Con perdón por una expresión tan malsonante como descriptiva del estado de ánimo que algunos soportamos.
Ahora bien, que lo sepan los vascos no nacionalistas: Con el respaldo a los presupuestos generales, el PNV se hace co-responsable de la política más ineficaz, arbitraria y corrupta que imaginarse pueda, en la que Zapatero, ahora más que nunca puesto que precisa mantener a su clientela, seguirá repartiendo numerosísimas subvenciones a los amigachos, comenzando por los sindicatos y esos cientos de ONGs izquierdistas destinadas al enriquecimiento de sus promotores o a las causas más peregrinas e inconfesables. Eso sí, esos planes infames se materializarán mientras se rebajan o se congelan las prestaciones sociales. ¡Gracias PNV; gracias, chusma separatista!
En pocas palabras: El pacto redundará en otra anualidad durante la que se acentuará el empobreciendo y la fragmentación de España. Lo cual está muy bien para los nacionalistas del PNV, y en ese aspecto hacen lo apropiado para hundir a la Nación española, pero no para los españoles decentes de cualquier región, entre los que es imposible incluir a ninguno de los políticos que han perpetrado un acuerdo que se veía venir desde hace varias semanas y que podría definirse mediante la siguiente frase “la parte deficitaria de la Seguridad Social en el País Vasco deberemos pagarla los demás españoles y la parte que no lo es se la apropiarán los nazis”.
Tengo la sensación de que Zapatero, en estos 18 meses que aún le quedan, es capaz de romper no ya la caja única de la Seguridad Social, en la que hace tantos años que entra el dinero de todos los trabajadores, sino de dinamitar, hasta hacerla estallar en mil pedazos poco menos que imposibles de unir, a la totalidad de España. Diríase que la política de la última etapa del pirómano de la Moncloa vendrá determinada por la táctica de la tierra quemada, o dicho de otro modo: Para lo que me queda en el convento… ¡Dios nos coja confesados ante un sujeto tan dañino!
Autor: Policronio
Publicado el 23 de septiembre de 2010
Vaya un visionario que estas hecho, a 10 años vista pareces mas un charlatán cizañero que otra cosa.
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