domingo, 11 de noviembre de 2018

El Gobierno sigue moviéndose entre el derroche y la cobardía


Me niego a escribir sobre economía. Por dos razones: Todo el mundo escribe hoy de este tema, entienda o no, lo que está creando la mayor de las confusiones en el lector medio. Y en Batiburrillo, además, contamos con dos buenos elementos que a menudo desmenuzan la aridez de los números: Bucan y Pedro Moya, cuyos artículos a ras de tierra propician que hasta el mayor de los profanos, como es mi caso, llegue a comprender que nos las habemos con un gobierno incapaz de reprimir el gasto en los temas más superfluos. En todo caso, sí quiero denunciar el derroche y el beneplácito para que otros también lo practiquen, dos actitudes a cual más inmoral en todo gobernante que se precie. Claro que lo de ZP no es un gobierno, sino una banda de delincuentes políticos cuya moneda de curso legal es la patraña.

Hay otra cuestión que asimismo demuestra la incapacidad de Zapatero, por no llamarla directamente cobardía interesada, a la hora de poner orden en las demás administraciones de nuestra Nación (así, con mayúscula), me refiero a esas delegaciones del reino del derroche en que se han convertido los gobiernos regionales. Tal sería el caso de Cataluña, cuyo máximo dilapidador de recursos públicos, el nefasto Carod, no ha dudado en asignarles más de 37 millones de euros a un conjunto de asociaciones que poseen como único fin el independentismo. Asociaciones entre las que destaca el chiringuito denominado 'Plataforma Pro Seleccions Esportives', al que ya le ha regalado 4,8 millones de euros.

Y así llevamos desde que el actual inquilino de la Moncloa decidió mirar para otro lado, a sabiendas de que su actitud nos llevaría a la ruina, en lugar de ponerle remedio a los derroches propios y ajenos, que en realidad también son propios puesto que repercuten igualmente en la deuda de los españoles. Por lo que cabría preguntarse: ¿Cómo puede funcionar un país si quien lo dirige tiene un agujero en cada mano? Porque si Carod es un manirroto acreditado (y Montilla el pusilánime que se lo permite), digamos que lo es gracias a que Zapatero también se lo ha consentido. ¡Ah, comprendo, esta gentuza está jugando a ‘cagarse en el convento’!

Autor: Policronio
Publicado el 12 de junio de 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.