Por si a algún lector joven le parece que estoy hablando de colonias, no tengo por menos que principiar esta entrada con un somero repaso wikipediano de lo que fue el GAL, cuyo máximo dirigente fue una equis, nunca despejada por el Juez Moner, quizá asustado por el cataclismo que su averiguación hubiera supuesto para el estado asesino, valga la redundancia. O sea, que de aquellos gales vinieron estos onceemes.
Dicho ello, mi pijiprogre favorito debe pensar que somos tontos de baba, por no decir otra cosa, olvidadizos o directamente gilipollas, para proponernos como paladín de la remontada socialista, que de darse dejaría a España como un solar, sí es que no lo está ya, al ex presidente del gobierno de la corrupción y el crimen de estado.
Evidentemente, la Wikipedia se queda corta. No hay bits suficientes en el mundo, para dar cuenta de todos y cada uno de los casos de corrupción, sucedidos durante esa negra etapa de gobierno, protagonizados por jerifaltes y jerifaltas socialistas y afines.
Porque con ser grave, gravísimo, lo del GAL, al final, visto el rosario de despropósitos que jalonó la andadura socialista al mando de González, desde principios de los ochenta hasta mediados de los noventa, no parece que constituya más que una mera anécdota, en la categórica historia criminal del partido que fundó un iluminado semianalfabeto.
Enric, jubílate. Das pena.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 12 de junio de 2010
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