Ha tenido lugar en Sevilla el 27 de noviembre una interesante jornada sobre “Ecofeminismo”. En tan festivo evento, que contó con la presencia de cuatro consejeros de la Junta de Andalucía, se procedió al reparto de un documento imprescindible para entender la realidad del país en que vivimos. Me refiero (redoble de tambores, por favor) a la “Guía sobre comunicación socioambiental con perspectiva de género”.
De este panfleto de 71 páginas, editado por la Consejería de Medio Ambiente, se han impreso 3.000 ejemplares por la módica cantidad de 18.000 € trincados de los fondos europeos. Sus objetivos son ambiciosos y audaces: buscar “el conocimiento de la perspectiva ecofeminista”, desarrollar “nuevos patrones comunicativos” y potenciar “el uso del lenguaje periodístico desde una perspectiva de género”, lo que traducido quiere decir que somos muy machistas hablando y debemos reciclarnos, que el género neutro debe ser abolido por atentar contra la dignidad de la mujer y que, con la ayuda de esta guía, hay que empezar a hablar con propiedad para no ofender.
Que en estos tiempos de derroche se tiren a la basura 18.000 € incluso puede parecer poco tirar (sólo hay que echar un vistazo al apartado de subvenciones en el BOE), pero observando alguna de las recomendaciones hechas en esta guía no puede dejar de asombrarme hasta qué extremos ha llegado la ecogilipollez en este pobre país, y lo que te rondaré morena. Para que comprueben la utilidad práctica de la guía, les ofrezco una serie de ejemplos recogidos en la misma y ríanse ustedes de lo de vascos y vascas:
- Actor: la persona que actúa.
- Futbolista: quien juega al fútbol.
- El interesado: a quien interesa.
- Parado: persona sin trabajo.
- Ciudadanos: ciudadanía.
- Los andaluces: el pueblo andaluz.
- Los niños: la infancia.
- Profesionales experimentados: profesionales con experiencia.
- No llores como una mujer: no llores pues no tienes motivos para ello.
- El señor Páez estuvo magnífico en su intervención y su acompañante la señora Martínez iba muy elegante: el señor Páez estuvo magnífico en su intervención, la señora Martínez realizó unas aportaciones muy inteligentes durante el debate (esta ecogilipollez es buenísima, y les juro por lo que más quieran que no me la he inventado).
Así, a partir de ahora iremos a ver una película de la persona que actúa Andrés Pajares; mi quien juega al fútbol favorito es Messi; ustedes han dejado de ser lectores de Batiburrillo y se han convertido en personas humanas que leen Batiburrillo; de comprarle golosinas a mis niños he pasado a comprárselas a mi infancia; mis primos de Sevilla a los que llamo cariñosamente “los andaluces” no podrán volver a mi casa al haber transmutado en (manda huevos) el mismísimo pueblo andaluz; ha desaparecido mi grupo de amigos, reconvertido en una asociación de personas a las que me une un sentimiento de amistad; mi vecina muda Pepita no necesitará despegar los labios para realizar aportaciones muy inteligentes en un debate sobre física cuántica… Como ven todo muy útil, lógico, racional… y peligroso. Supongo que no tardará mucho en aparecer la subvencionada guía ecofeminista actualizada donde se nos explique que es muy feo usar la palabra padre y recomendará sustituirla por la más moderna y dinámica expresión “ese ser inferior que copuló con la madre”. Tiempo al tiempo.
Autor: Rafael Guerra
Publicado el 5 de diciembre de 2010
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