No sé qué narices han hecho los de Telefónica en mi zona, ahora que la ADSL ha pasado a ser Movistar, pero lo cierto es que me han tenido más de ocho horas sin conexión. Y claro, te crean un trauma a la altura de los que padecen el síndrome de abstinencia. ¡Leñe, y aquí no hay metadona! De la mala uva, pasas a la resignación al ver que dejan todos tus compromisos sin posibilidad alguna de atenderlos. Eso sí, de un modo automático, al marcar el 1004 para interesarme, me salió una voz enlatada que venía a decir más o menos: “Hay una incidencia, estamos trabajando para repararla”. Y luego, esta sí que es nueva, nada más restablecerse la ADSL recibí una llamada, con voz también enlatada, comunicándome la reanudación del servicio. ¡Pasmado me quedé por esto último!
Autor: Policronio
Publicado el 10 de mayo de 2010
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