Soviet de Madrid |
Antes o después, cualquiera de los socialistas de cualquier partido, que a bien tenga gobernar este erial, digo yo que meterá la tijera en las innumerables gabelas que constituye la mamandurria de los paniaguados del presupuesto, fundamentalmente titiriteiros, ecolojetas, industriosos sostenibles, liberados sindicales y demás tropa pijiprogre, defensora de la alegría que, de momento, se han librado del acceso neocón que ha sufrido el granujilla de León, si es que se confirma, que está por ver.
Es por ello, que me permito aconsejar a los futuros caídos en desgracia que no se dejen amilanar por la realidad. Después del caviar y la gamba blanca hay vida. Se trata de aplicar a los amigos el mismo trato lingüístico prestado durante años y años interminables a los enemigos y demás gente del común.
O sea, que si usted, querido y desgraciado pijiprogre, no ha tenido más remedio que cenar sardinas a la plancha, con patatas pobres y un humilde tomate picado con sal, no tiene más que decir, con ánimo de no hundir su autoestima, que ha cenado un concentrado de ácidos omega 3, avec pommes de terre, en una base de tomate haché, a la sal de San Pedro del Pinatar.
Es lo mismo, pero más guay. De nada.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 16 de mayo de 2010
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