domingo, 18 de noviembre de 2018

Bibiana, digna socialista (II)

Bibiana Aído.

Como a casi todos, me gustan los fines de semana. Son tiempo de descanso, esparcimiento, paseos, etc. Pero últimamente tienen un nuevo aliciente: las entrevistas a la ministra Aído, la depositaria del poder de forma natural según sus propias palabras. En esta ocasión, el medio elegido ha sido El Mundo, donde la simpar Bibiana nos muestra su lado más tierno e íntimo. Dan ganas de comérsela a besos. Y además dice verdades como templos.

En esta emotiva entrevista nos retrotrae Bibiana a su más tierna infancia, dejando claro que la inquebrantable firmeza de sus convicciones ideológicas la acompaña desde niña. De hecho, nos cuenta Bibiana que "su primer muñeco cantaba la Internacional". El simpático detalle del muñeco cantarín es francamente enternecedor. Si nos olvidamos del insignificante detalle de que al son de la letra de tan moderna canción descansan los cadáveres de decenas de millones de personas, es de justicia reconocer que el juguete y su orgullosa propietaria son deliciosos.


La siempre tolerante Bibiana, sigue obsequiándonos con interesantes detalles de su vida privada, como que tiene "amigos de derechas". Explica también la amistosa ministra que con estos amigos de derechas comparte algunas cosas y no habla de otras. Lógico que la ministra se reserve ciertos temas con sus derechistas amigos: por la propia idiosincrasia de las personas de derechas, nunca se puede confiar plenamente en ellas. Acertada decisión.

La ministra también nos habla de su faceta amorosa, confesando que "no podría tener una pareja de derechas". La razón de tal incompatibilidad sentimental la apunta la igualitaria ministra al señalar que las discrepancias ideológicas "harían la convivencia irreconciliable". En este punto mi desacuerdo con la ministra es total: estoy seguro de con su capacidad dialéctica y la clara superioridad de sus convicciones e ideas, Bibiana lograría que su afortunada pareja abrazase la verdadera fe, logrando matar dos pájaros de un tiro. 

Se duele la dicharachera ministra Aído de que la tachen de legisladora promuerte, ya que como explica con su habitual precisión "nadie es promuerte. Provida somos todos". Hay que reconocer que Bibiana siempre tiene la palabra certera para el momento exacto: es una desfachatez acusar a alguien de promuerte por unos miles de abortos de nada. La gerontocracia y la misoginia atacan de nuevo. Resiste, Bibiana, resiste, como me consta que en ti es norma habitual. Como decía un antiguo presidente de gobierno perteneciente a tu mismo partido  "resistir es vencer".

Abandonando el terreno de la intimidad, no duda Bibiana en reafirmarse en su socialismo a ultranza asegurando que seguirá levantando "el puño izquierdo, el de la justicia y la igualdad". ¡Bien por la ministra! Una vez más demuestra que además de izquierdista, justiciera e igualitaria, no olvida las viejas tradiciones. Si la fotografiasen en blanco y negro podría tranquilamente pasar por una joven miliciana socialista de las de julio del 36, que tanta paz y progreso trajeron a España.

No le falta razón cuando afirma que "ninguna medida del PP sería buena para España". Efectivamente. Para medidas buenas las que toman Bibiana y sus ilustres compañeros de gobierno, gracias a las cuales estamos viviendo una época de 'bonanza económica' como nunca antes habíamos conocido y España se ha convertido en la referencia y vanguardia cultural y moral de todo el mundo. Nuestro agradecimiento nunca será suficiente para pagarles el bien que nos están haciendo.

Alejada de todo dogmatismo, sentencia mi admirada ministra que se declararía en huelga contra quienes "quieren llevar toda la razón todo el tiempo". Seguro que algún malintencionado dirá que parece que Bibiana está refiriéndose al comportamiento habitual de los dirigentes socialistas. Ni caso, Bibiana. Si la envidia fuese tiña, a los de derechas se les reconocería a simple vista. 

También nos deja un claro ejemplo de que la brillantez y modernidad en las ideas y el discurso (además del amplio dominio de lenguas extranjeras) no está reñida con el ingenio y la simpatía natural: "si una mujer entra en el círculo de decisión de la empresa, cambia la mujer; si entran muchas mujeres, cambia la empresa. Si Lehman Brothers hubiera sido Lehman Sisters, todo habría sido distinto". Gran verdad, clarividente Bibiana, gran verdad. Si en vez de Rafael yo fuese Rafaela, es seguro que sería capaz de escribir como dios manda. Igualito que lo de Lehman Sisters.

Espero impaciente que llegue el fin de semana, rezando con fervor para que publiquen una nueva entrevista a Bibiana, que no deja de ilustrarnos con su sabiduría y lucidez. Mi más cordial enhorabuena, señora ministra. Usted es uno de los excepcionales seres humanos (perdón, seras humanas) que cambian el rumbo de la historia y suponen un increíble salto cualitativo en lo que a progreso se refiere. Gracias por existir y, por favor, no se me muera nunca. La necesitamos.

Autor: Rafael Guerra
Publicado el 4 de agosto de 2010

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