jueves, 8 de noviembre de 2018

Albert Rivera convence (Vídeo)


Albert Rivera va cuajando como político, no hay más que oírle hablar en el video adjunto para darse cuenta de que tiene las ideas muy meditadas, además de claras y cargadas de sentido común. Lástima que detrás de él no haya un partido más potente, pero si logra evitar la dispersión entre sus filas y superar el personalismo que obligó a otros a marcharse de Ciutadans, Rivera aún puede darnos algunas alegrías, especialmente a los que, en la distancia, deseamos que Cataluña no sucumba del todo a la opresión nacionalista. No hablo de independencia sí o no, me refiero a un conjunto de más de siete millones de personas que viven al margen de la democracia, muchos de ellos sin advertirlo, como se demuestra mediante el pensamiento único que en Cataluña impera. Pensamiento único, además de farsante. Me refiero, sobre todo, al enorme riesgo de que se eternice esa lamentable situación de falta de libertades (votar cíclicamente no significa nada) en un territorio que siempre ha despertado mi aprecio y hacia el que guardo los mejores recuerdos de mi vida.



La actividad política también es cuestión de oficio y éste se adquiere a fuego lento, con el discurrir del tiempo, los desengaños y el uso de la experiencia por parte de los habilidosos. Esperemos que Rivera, dada su juventud, llegue a convertirse en un estadista sin que le acompañe ese embrutecimiento que apareja el ‘perro viejo’, otra de las características o defectos que suelen escoltar al ‘profesional’ de la política. Y eso sin hablar de la deriva hacia la radicalidad, cuyo máximo exponente en Cataluña es un octogenario Pujol, incapaz de disimular sus fobias a estas alturas y que a través de su hijo Oriol acaba de transmitir el deseo de que el futuro gobierno de CiU se complemente con Esquerra Republicana, un partido casi siempre en la periferia de la legalidad y en el meollo de toda agitación separatista .

Junto a unas ideas cargadas de lógica, Rivera posee la frescura del político poco maleado y ofrece siempre una imagen nada prepotente. Dos bazas importantes a su favor. Tres, si se cuentan sus valiosos razonamientos. Diríase que nos hallamos ante el reverso de la moneda de individuos radicalizados y farsantes como Carod-Rovira, cuyo departamento en la ‘Generalitat’ no duda a la hora del derroche y de la subvención malversadora hacia sus propios cachorros; eso sí, con la peregrina idea de difundir en Sudamérica el ‘conflicto de los Países Catalanes’.

Esperemos que Albert Rivera vaya tomando nota de lo que no hay que hacer si es que alguna vez, ojalá que no sea demasiado tarde, llega a ganar una parcela de poder en el gobierno de Cataluña. O en el de España.

Autor: Policronio
Publicado el 23 de mayo de 2010

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