sábado, 3 de noviembre de 2018

¿4,6 millones de parados? ¡Esta vez no pasarán!


Un error en la web del Instituto Nacional de Estadística (o quién sabe si la diablura de algún submarino del PP incrustado en el organismo) ha servido para dar a conocer por adelantado unos registros auténticamente de vértigo: 4,6 millones de desempleados, lo que supone superar la tasa del 20% de paro. De ellos, según datos publicados antes, nada menos que un millón son mayores de 45 años, trágica circunstancia impensable en un país desarrollado e inédita en nuestra economía. Son marcas de las que pueden presumir las políticas 'sociales' y 'progresistas' del Gobierno de Zapatero, y que a buen seguro no se quedarán ahí: Serán capaces de rebasarlas y de seguir batiendo récords.

Menos mal que esta izquierda que nos gobierna (es un decir) ha decidido no permanecer impasible ante tan sombrío panorama (sobre todo para sus perspectivas electorales) y se ha puesto por fin manos a la obra. En consecuencia, ha empezado a movilizar a todas sus huestes: Desde liberados sindicales a los que por fin se les ha encontrado ocupación con la que llenar sus horas muertas (pero bien pagadas), hasta faranduleros e 'intelectuales' de la progresía 'zejatera' y pesebrera a los que les han despertado de su larga siesta los muertos del pasado, algo que no consiguieron los del rabioso presente de Afganistán; pasando, por supuesto, por la suelta de determinados dinosaurios que encuentran ahora su oportunidad para, en unos casos, desahogar todo el rencor acumulado durante tantísimos años, y en otros, ocultar su mala conciencia por haber cambiado en su momento, y sin solución de continuidad, de la camisa nueva a la chaqueta vieja.

Porque ante un fantasma, el de los cinco millones de parados, que toma cada vez más cuerpo, urge resucitar a Franco. En realidad, qué sería de nuestra izquierda sin la figura de ese dictador que dejaron morir en la cama hace ya casi 35 años. No pueden permitir que vuelva a ganarles la guerra y a 'forzarles' a otros cuarenta años de vacaciones. Frente a tan peligrosa tesitura, ¿qué son esos 4,6 millones de desempleados sino zarandajas, que la derecha utiliza como pretextos para intentar desviar la atención y minimizar los esfuerzos que se deberían emplear para contener el inminente renacimiento del fascismo?

Así pues, se hace necesario desempolvar las pancartas y las banderas tricolores para retornar a la algarada callejera y a las consignas belicosas y antidemocráticas. Como cada vez que advierten la posibilidad de perder el Gobierno, el PSOE y sus adláteres sacan a pasear los cadáveres de la Guerra Civil y del franquismo para arrojárselos a la cara al adversario político, al que se demoniza y pasan a tratar como enemigo. Que esta insensata actitud pueda poner en riesgo la concordia y el espíritu de reconciliación que guiaron a nuestra transición democrática, cuyos logros se niegan ahora, no importa en absoluto a quienes no tienen otro objetivo que mantenerse en el poder a costa de lo que sea.

- Zapatero: 'Lo que pasa es que yo creo que nos conviene que haya tensión...'
- Gabilondo: 'A mí me parece que os conviene muchísimo...'
- Zapatero: 'Yo mismo voy a empezar a partir de este fin de semana a dramatizar un poco... Pero nos conviene muchísimo... Porque si no la gente... Bueno...'

- Alfonso Guerra, en respuesta a un caso de tráfico de influencias que implicaba a su hermano Juan: '¿No queréis catarsis? ¡Pues catarsis 'pa tós'!'

- ¿Y los 4,6 millones de parados?


Autor: Pedro Moya
Publicado el 28 de abril de 2010

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