miércoles, 3 de octubre de 2018

ZP ya ha puesto en marcha la nueva compra de votos


Cuando uno cree que el cupo de despropósitos económicos se ha cubierto y la locura sectaria de los que mandan ha alcanzado su punto álgido, va el gobierno socialista y nos anuncia el mayor de los disparates: Pretende pagarnos 500 euros mensuales a cada ciudadano. No digo españoles, porque en la paga probablemente se incluirá también a cualquier residente de otro país. Y si no tiene papeles, dicho en el argot de los ilegales, simplemente se le darán como paso previo a la nacionalización y con la clara intención de convertirlo en elector izquierdista.


En las pasadas elecciones ZP prometió una paga única de 400 euros, lo que hizo picar a bastante gente que luego cobró o no esa paga y que ahora, en la renta de 2008, puede pasarle factura al haberle subido el baremo de cotización. Pero nuestro hombre sabe que una promesa del mismo nivel no le bastaría de cara a 2012 (o antes), simplemente es poco dinero, de ahí que este sinvergüenza haya dado luz verde, creando la Subcomisión a tal efecto en el Congreso, para diseñar en plena crisis lo que esta gente denomina  “renta básica de ciudadanía”. Lo asombroso es que esa Subcomisión ha sido creada, además de con los votos de IU y el PSOE, con los de CiU y la abstención del PP. ¡Me he quedado de piedra!

Puestos a sospechar la trayectoria de los planes zapaterinos, yo diría que la Subcomisión recomendará finalmente la paga y que el Gobierno comenzará a entregarnos el dinero cuando apenas falten dos o tres meses para las elecciones, las adelante o no. En el buen entendido que el cobro de esa cantidad supondrá precisamente el anuncio de elecciones generales. Más tarde, si ZP vuelve a ganar, hará como con la Ley de Dependencia, es decir, traspasarles la responsabilidad a las Comunidades Autónomas.

Todo esto significa, dicho pronto y claro, que el infame que nos gobierna tiene el propósito de comprar cada voto a unos 1.000 o 1.500 euros por cabeza (¿de ganado?), y eso como mucho. Naturalmente, cuando los gobiernos regionales no puedan cumplir con la nueva ley, entonces todo quedará en agua de borrajas y encima apechugarán con las críticas. Eso sí, tendremos ZP hasta el 2016, y puede que me quede muy corto, porque la inmoralidad de este individuo es tan proverbial como desmedida. No hay duda alguna, nos hallamos en la antesala del comunismo puro y duro que el sedicente rojo que nos manda posee como horizonte político.

España no tardará en ser una especie de república bolivariana —de momento una de las infantas ya ha anunciado que pondrá pies en polvorosa—, pero sin esas enormes reservas de oro negro que posee el gorila rojo. Extrapolando los datos y las acciones gubernamentales que hasta el momento se conocen, y puesto que no hay nada nuevo bajo el sol, digamos que se advierten razones más que sobradas para deducir que lo nuestro no se alejará demasiado de un régimen castrista, o sea, miseria por doquier, turismo sexual y millones de expatriados. 

Autor: Policronio
Publicado el 28 de abril de 2009

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