miércoles, 3 de octubre de 2018

Y ahora luz gratis


Si ayer hablaba del nuevo proyecto zapaterino para pagarle un sueldo mensual de 500 euros a los ciudadanos, proyecto que al no contar con posibilidad efectiva de financiarse supondrá una estafa semejante a la de Ley de Dependencia —a lo sumo se pagará durante un par de meses y ya veremos a quién—, hoy me entero de otra decisión no menos discutible, por lo embaucadora y abusiva, cuando se nos anuncia que “El Gobierno dará luz gratis a rentas bajas y parados”. ¡Toma ya! 


De entrada, el titular es de lo más engañoso y me extraña un montón que el diario de Pedro Jota le haga el juego de ese modo a ZP —¿te han prometido algo, Perico?–, ya que si se prevé que la gratuidad de la medida beneficie a unos cuatro millones de hogares —que serán muchos más según vaya aumentando el desempleo—, el resto de los abonados deberemos pagar a escote, como consecuencia del correspondiente aumento de tarifas, lo que las eléctricas dejen de percibir.

De modo que, en todo caso, no será el Gobierno quien dé nada gratis, sino que seremos el conjunto de los españolitos, coaccionados por una nueva fechoría legislativa del socialismo, los que veremos la merma en nuestras cuentas corrientes de lo que importe el “desinteresado” regalo. ¿O es que alguien cree, como se refleja en la noticia, que las compañías suministradoras se harán cargo del bono social? ¡Vamos, anda! Eso sí, Zapatero se colocará la medalla y hablará a plena trompetería de la extensión de los derechos sociales, que no es algo distinto a un nuevo paso hacia delante en post del comunismo y la miseria, valga la redundancia.

De seguir por este camino, en el que gracias a los muchos méritos de los zapaterinos cada día se incorporan 9.000 personas al bando de los indigentes, llegaremos a un punto en el que el grupo de los que pagamos impuestos seremos bastante menos que los subvencionados con el gratis total. Y ese será el momento clave para que se ponga en circulación una cartilla de racionamiento, en la que, junto al pan y ciertos comestibles esenciales cuyo importe real sufragará el Estado, o sea, los cuatro paganinis españoles que queden —para entonces yo ya me excluyo—, uno de los cupones que podrá recortarse dará derecho a una entrada semanal para el cine español realizado por los de la ceja. Cine que, como de costumbre, alabará las bondades del socialismo. ¡Porca miseria!

Autor: Policronio
Publicado el 29 de abril de 2009

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