Con la que está cayendo y nuestros políticos, disfrazados de talibanes, se escandalizan porque un pub gallego, de Sada, va a organizar mañana un concurso de minifaldas. Como si organizan un concurso de corbatas, mire usted. Y no sólo se escandalizan que, al fin y al cabo, es gratis, es que además se proponen llevar a cabo actuaciones en orden a evitarlo, con el inestimable apoyo de las feminazis de turno.
“Lo que, a primera vista puede parecer algo banal, tiene las muertes por violencia machista en la otra cara de la moneda, todo se alimenta de la misma raíz", se permite afirmar la señora Lupe Ces a la agencia Efe.
Habría que recordarle a esta señora, que lo que provoca la violencia contra las mujeres es la reducción de éstas a la condición de objeto de la propiedad de alguien y por lo tanto, susceptible de ser poseído en exclusiva. Ignorar que la mujer es un individuo, dotado de la dignidad de todo ser hijo de hombre y mujer. E ignorar eso es tan peligroso sí quien lo hace es otro individuo, su pareja, hermano, padre, etc., o un grupo de presión, o el mismo Estado. Tal y como sucede en las sociedades islamo-fascistas, tal y como se aprecia en la imagen.
Nadie obliga a las jóvenes interesadas en el evento a participar en él. Hasta ahí nadie ha violentado su libertad. Pero una vez anunciado el evento, las reacciones de este tipo de organizaciones sí que pueden provocar situaciones desagradables para las chicas, asistentes al mismo y organizadores, si los talibanes de turno piensan que ha llegado su hora de hacer méritos.
Nos pongamos como nos pongamos, exhibirse ante personas del otro sexo, es connatural al ser humano. Tanto, que todos somos fruto de una exhibición mutua.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 14 de agosto de 2009
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