Cuando parecía que la marcha de Pepiño Blanco a un ministerio podría cancelar ese lenguaje barriobajero y demagógico que el portavoz socialista nos endilgaba cada lunes, un lenguaje que ofendía a cualquier mente mínimamente lógica, resulta que su sustituta ha dejado el estilo de Pepiño en algo semejante al de una desvalida Dama de las Camelias, tisis incluida, tal es el bronco carácter que la borrachuza Pajín —los empleados del aeropuerto de Menorca daría fe de ello—, amante compulsiva de los cubatas en pleno vuelo, nos muestra tan a menudo y que se caracteriza por: Una mezcla de hipocresía, exageraciones, mala leche, demagogia a toneladas, consignas falaces, mentiras insolentes y cuento, mucho cuento encaminado siempre a hacer pasar a la derecha por culpable de todo, desde el Diluvio Universal para acá. En suma, la tipa Pajín daría bastante pena si no fuese porque da tanto asco.
Este párrafo describe a la perfección lo que es una persona sin el más mínimo sentido del pudor o de la ética: Pajín ha llegado a acusar al PP de alegrarse "incluso de los datos económicos negativos" y de que mientras "el Gobierno es el primer interesado en salir de la crisis cuanto antes, "ellos (en referencia al Partido Popular) quieren que dure hasta las elecciones", ya que "el plan de Rajoy para recuperar el poder pasa sin duda por la crisis".
Toma nota, petarda: No descarto que algunos miembros del PP, un partido político con 700.000 militantes, podrían llegar a alegrarse de esa espantosa crisis que vosotros sois incapaces de controlar —lo cual sucede debido a que no valéis un pimiento—, si solamente afectara a los sociatas sarmentosos como es vuestro caso. Pero da la casualidad de que los populares representan a media España, probablemente la menos subvencionada y la que paga más impuestos, y esa parte de nuestra nación también está sufriendo las consecuencias de vuestra incapacidad política. Lo que significa que vuestra irresponsabilidad lleva a que España entera se adentre en el empobrecimiento. Sois vosotros, con vuestras demostraciones acreditadas de hipocresía y vuestra falta de valores morales, los que siempre os alegráis del mal ajeno.
Por comparación: ¡Qué bueno era Pepiño, qué asco de Pajín!
Autor: Policronio
Publicado el 12 de mayo de 2009
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