viernes, 19 de octubre de 2018

Premio al Borbón, la derecha no aprenderá jamás

José María Aznar.

Acabo de leer, 'pasmao', que estos listos de FAES le han concedido al Borbón el 'primer premio de la libertad'. La menudencia del premio apenas significa nada, de hecho es como darles caramelos a los niños. No obstante, puesto que la fuente es la cabecera de Vocento, me ha venido a la memoria cuando el diario ABC le concedió a Jordi Pujol el título de 'español del año'. Vamos, que ni Pujol fue nunca algo semejante a un español que se sintiese como tal, sino todo lo contrario, ni a Juan Carlos le ha interesado durante estos años otra libertad distinta que la de asegurarse un buen pasar para su numerosa familia, todos 'colocaos'. 


La derecha pusilánime no aprenderá nunca, ni siquiera cuando la izquierda le ofrece todo un escaparate permanente de cómo chantajear al rey para que mire hacia otro lado y desista al completo del papel moderador que la Constitución española le asigna. Si el rey se hubiera pronunciado con firmeza acerca de situaciones liberticidas más que evidentes, como por ejemplo la incapacidad de elección de idioma en la enseñanza catalana, yo sería de los que hubiera celebrado el premio concedido al monarca. Un monarca que en su condición de católico deberá firmar la nueva ley del aborto, que no se olvide. Pero no hay caso, jamás ha dicho esta boca es mía salvo la ojerosa noche del 23-F, un turbio asunto del que nunca sabremos el trasfondo. 

En España no existe verdadera separación de poderes, con una Justicia maniatada al servicio del Ejecutivo, véase, si no, lo que ocurre en el Tribunal Constitucional y esa demora vergonzosa en ofrecernos la sentencia sobre el 'Estatut' mientras la Generalidad impulsa su desarrollo a toda pastilla. Sí, hay docenas de detalles semejantes que hacen pensar en la ausencia de condiciones para que en España tengamos una democracia de calidad.

Aparte de votar cuando toca, siempre mediatizados por una prensa adicta a los que mandan, este es un país casi tercermundista en lo que a libertades concierne. Y buena parte de la responsabilidad de esa situación tan deficiente es perfectamente atribuible a un rey que no ha dudado en escoger el plácido rol de florero, de ahí que se comprenda bien el porqué cada día haya más españoles partidarios de la república.


Así, pues, juraría que la FAES de Aznar, al que aún no se le ha ofrecido el consabido título nobiliario, ha tenido una buena ocasión para escoger a otro premiado. Los derechones son incapaces de advertir que ni siquiera dorándole la píldora al monarca evitarán su desprecio. Y es que el rey se posicionó hace tiempo a favor de la única corriente política capaz de organizarle un referéndum que lo aparte del momio.

Texto: El Corregidor (Firmas invitadas)
Publicado el 19 de noviembre de 2009

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