viernes, 5 de octubre de 2018

Políticos criminales tolerados por la izquierda

Álvaro Colom.

No hace falta remontarse a los asesinatos del GAL y mucho menos a las masacres de los tiempos ominosos de la II República, en lo que se refiere a España, para reparar en el dato objetivo de que la izquierda internacional en el poder, tan numerosa hoy en día en toda Hispanoamérica, tiene el gatillo fácil y reserva siempre una partida presupuestaria, evidentemente de fondos ocultos, para sus sicarios de plantilla, que son esos matones destinados a acoquinar a la oposición y si se tercia eliminarla físicamente. Vamos, a balazo limpio. 


Tal es el caso de Álvaro Colom  Caballeros, el repugnante y reincidente criminal que preside Guatemala y que, junto a su mujer, sin duda están convirtiendo esa nación en lo que se entiende por Guatapeor. Pues bien, el tal Colom pertenece al Partido Unidad Nacional de la Esperanza, que se confiesa de centro izquierda —en realidad es de izquierdas, sin más— y está afiliado a la Internacional Socialista, una organización supranacional, que se remonta a 1889 (Segunda Internacional), fue refundada en 1923 y vuelta a reformar en 1951. Una organización, repito, donde lo habitual ha sido el modelo neomarxista, crímenes incluidos, y la excepción, que podría contarse con los dedos de una mano, corresponde a sus miembros realmente democráticos.

Así, pues, que se sepa: Todo un presidente de Estado está acusado de crímenes sangrientos sin que la Internacional Socialista —a la que pertenece el PSOE, pero también partidos genocidas como el Frente Sandinista de Liberación Nacional, nicaragüense, y el Frente de Liberación de Mozambique— haya pestañeado o convocado una reunión de urgencia para sopesar la posibilidad de suspender temporalmente la militancia del partido de Álvaro Colom. Y algo así, al menos en mi opinión, significa que la IS da por no visto ni oído este escandaloso vídeo que desde hace días recorre Internet:


Claro que si reparamos en el régimen criminal más longevo de América, el castrista, que sigue siendo la Meca de ciertas peregrinaciones de izquierdistas de todo pelaje, entonces no es de extrañar que la Internacional Socialista no haga nada y mire para otro lado en el caso de Colom. Al fin y al cabo es uno de los suyos y ya se sabe que “perro no come carne de perro”. Uno tiende a sospechar cómo se manifestaría la izquierda internacional si Berlusconi, Merkel, o algún líder derechista hispano, por ejemplo el mexicano Jesús Calderón, fuese objeto de una denuncia tan sería como la que ha recaído sobre el guatemalteco Colom, quien como respuesta ha asegurado que sólo muerto lo sacarán de la presidencia de Guatemala. Está claro que para este canalla la muerte y el cargo presidencial guardan cierta relación, al menos anímica.

Autor: Policronio
Publicado el 14 de mayo de 2009

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