martes, 2 de octubre de 2018

Lea el libro, presidente Obama


No hay cumbre americana sin que el dictador de opereta que sojuzga a Venezuela dé la nota. Las payasadas y las salidas de pata de banco que en su momento protagonizara el siniestro tiranosaurio del Caribe debían tener continuación, y quién mejor que quien se considera su heredero como líder máximo de la izquierda revolucionaria latinoamericana. Sin embargo, en este caso no debería el presidente Obama despreciar el regalo de ese Tirano Banderas con boina roja. En ningún otro libro como en 'Las venas abiertas de América Latina' encontrará un mejor compendio de todos los credos, convencionalismos y prejuicios que guían el quehacer de esos modernos liberticidas que, comandados por el propio Chávez, se empeñan en extender la miseria por todo el hemisferio.


Cabe reconocerle una virtud indiscutible a la obra de Eduardo Galeano: Su magnífica redacción, como corresponde a un notable escritor como él. Por lo demás, y como buena hija de los colectivistas años 70, inspiró una corriente que todavía causa verdadero furor entre la izquierda en general: El tercermundismo, que prescribe que la riqueza, lejos de generarse dinámicamente por medio del esfuerzo, la motivación y la iniciativa individual, y por tanto favoreciendo la libertad, la propiedad y la seguridad jurídica, es un todo inerte e inmutable; algo así como una especie de botín que alguien ha de apropiarse necesariamente. De ahí, se asevera, el deficiente reparto de la misma, que no se debe a las políticas que penalizan su creación, sino a la explotación capitalista, al imperialismo yanqui (continuación de los colonialismos) y al saqueo de las multinacionales. En suma, al malvado neoliberalismo, eufemismo (que ahora se combina con el vocablo 'neocon') con el que se ha querido identificar al verdadero enemigo de cualquier liberticida que se precie: El auténtico y genuino liberalismo. Y sin que falte, por supuesto, ese tono victimista que tantos servicios ha prestado siempre a los apóstoles políticos del populismo latinoamericano, que encuentran en ello la coartada perfecta para eludir responsabilidades y continuar empobreciendo a sus gobernados.

Esta concepción de la economía y de la acción humana, que pese a su carácter erróneo y disparatado se imponía en los medios políticos, periodísticos y académicos dada su fácil pero efectiva apelación a las vísceras, triunfaba en Latinoamérica antes incluso de que Galeano la expusiera. Significativa muestra de ello fueron las teorías neomarxistas de la dependencia propugnadas por la CEPAL. Y, aterrizando en la cruda (crudísima en este caso) realidad política, el peronismo asolaba Argentina, Cuba era ya víctima del comunismo y constituía una lamentable tradición por aquellos lares el surgimiento de regímenes dictatoriales del más diverso pelaje (Pérez Jiménez, Trujillo, Stroessner, Velasco Alvarado...), pero con un claro denominador común: El antiliberalismo. Porque la anulación de la libertad económica es la otra cara de la misma moneda de la supresión de las libertades políticas. De lo que se trata siempre es de reducir al máximo la capacidad de iniciativa individual para que el Estado pueda controlar mejor las vidas y haciendas. Y en ello están ahora el chavismo y sus satélites.

Por tanto, 'Las venas abiertas de América Latina' es una lectura muy recomendable para conocer de primera mano esas mismas doctrinas e 'ideas-fuerza' que suponen un auténtico lastre para la región e impiden su desarrollo y prosperidad. Ahora bien, no estaría de más que alguien le sugiriera al presidente Obama que la complementara con otras, desde luego. Por ejemplo, 'Del buen salvaje al buen revolucionario', de Carlos Rangel (compatriota de Chávez, por cierto), que surgió precisamente como reacción al ensayo de Galeano. O bien, 'Manual del perfecto idiota latinoamericano' (título ya de por sí suficientemente expresivo), de Álvaro Vargas Llosa, Plinio Apuleyo Mendoza y Carlos Alberto Montaner. Y también, y de este último, 'Las raíces torcidas de América Latina', libro imprescindible para entender las peculiaridades históricas de Latinoamérica. De esta forma obtendrá una panorámica más completa de asunto tan complejo.

Autor: Pedro Moya
Publicado el 20 de abril de 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.