miércoles, 24 de octubre de 2018

La chuleta del acomplejado Montilla


¿Por qué Montilla, mediante una chuleta, copia su mensaje en el libro de honor del ayuntamiento de Berga? Porque tiene que escribirlo en catalán y no lo sabe. Apenas chapurrea ese idioma a la hora de hablarlo, pero nada de escribirlo. En su caso es lógico, nació en Córdoba, llegó a Cataluña con 16 años y se ha desenvuelto casi siempre en el cinturón industrial de Barcelona, donde el índice de castellanohablantes es hoy superior al 65% y hasta no hace demasiado superaba el 90%.



¿Por qué no lo sabe? Porque incluso si nuestro hombre hubiese nacido en Cataluña pertenecería a una generación a la que no se le enseñó el catalán en el colegio, al contrario de lo que ahora sucede, que el idioma proscrito es el castellano y algún día cualquier miembro destacado de la política catalana tirará de chuleta para escribir en el libro de honor de un pueblo de Castilla, pongamos por caso. Malo lo uno, atribuible a una dictadura; peor lo otro, aparentemente en democracia.

¿Por qué tiene que escribir en catalán y no puede hacerlo en el otro idioma oficial de Cataluña, que es el castellano? Porque Montilla, como buen converso interesado, ante todo necesita demostrar que se alinea con esa parte de Cataluña que considera el idioma catalán, supuestamente propio, como el ‘hecho diferencial’ indiscutible. No importa si para ello Montilla rechaza sus propias raíces cordobesas y de paso desprecia a más de la mitad de la población catalana, cuya lengua materna es el castellano.

¿Qué conclusión puede extraerse de un acto tan grotesco? Que como consecuencia de 30 años de adoctrinamiento nacionalista se dan ya con claridad dos tipos de habitantes en Cataluña (he estado a punto de anotar ciudadanos, pero a una parte no se la considera como tal): 1. Los que dominan el catalán, con derecho a todo en el terreno de la política y la vida pública, sea arte, sea ciencia, sea ámbito educativo. Subvencionados a tope. 2. Los que no lo dominan y por lo tanto no tienen derecho a nada fuera de la esfera privada (pongamos los vagones del metro), aun cuando su nivel cultural, artístico o científico pueda ser muy superior pero se manifieste en castellano. A éstos, ni apagarles la sed.

¡Pobre Cataluña! En el caso de que los nacionalistas conserven indefinidamente el poder omnímodo que ya detentan, no soy capaz de concebir hasta qué extremo se extenderá la debacle en esa región española. Y tampoco soy capaz de sospechar, al mismo tiempo, un pueblo más resignado ante la falta de libertad, la ausencia de valores morales y la proliferación de cuanta corruptela y arbitrariedad se dan a diario. De momento, basta con indicar que Cataluña es la comunidad donde a lo largo de 2009 creció más el desempleo.  


Nota: Al parecer la noticia es de hace varias semanas, lo cual no altera en absoluto ni el acto grotesco ni la crítica que motiva.

Autor-Compilación: Policronio
Publicado el 12 de enero de 2010

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