Garzón, el cazador mimético

Garzón y ZP, una buena pareja de furtivos miméticos.

Como bien es sabido del público en general y de los lectores de este sitio, en particular, la gente de orden solemos ser bastante sosos, por no decir otra cosa, en línea con lo que marca la nueva dirigencia de nuestro bien amado Partido Payudar, otrora azote de corrutos, a la par que pancartero.

Tan es así, que cuando he leído esta noticia, no he tenido por menos que exclamar ¡recórcholis! ¡caramba! ¡menuda faena! y otras expresiones del mismo o similar tenor. No como la jefa del gineceo domiciliario, que no ha tenido por menos que exclamar ¡qué cabrón!, en línea con la concisión que adorna a la gente de progreso. “No digas ello, que te vas a condenar”, le dije abducido por la nueva COPE.

No obstante, el asunto no ha de quedar así, y presto a hacer algo de provecho que espabile el alma, no tuve por menos que acordarme de Don José Ricardo Martínez, ducho en la tarea de poner a cada uno en su sitio, el paro, como corresponde a todo intelectual de la rama proletaria, que se precie.

De modo que, armado del valor de una Soraya, en disposición de alterar la testosterona masculina y  provisto de la guía telefónica, llamé presto a la oficina del citado Sr. Martínez, sin acordarme de su condición de liberado sindical, cuyo mayor empeño en la lucha por la emancipación de los parias, las parias y los paries de la tierra, público y notorio,  es disfrutar de los puentes como es debido, gran conquista social, que nos cuesta un riñón, el bazo y el páncreas, juntos. Azuzado por FJL hubiera dicho que nos cuesta un güevo, pero peligraría mi puesto de becario en la cadena amiga.

Autor: Carlos J. Muñoz

Publicado el 11 de octubre de 2009