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| El Nobel de la Paz, Barack Obama, ha sido el primer presidente USA en no tener ni un solo día sin guerra a lo largo de sus dos mandatos. |
Lo cierto es que no me sorprende, y me importa un comino, que el parlamento noruego haya perpetrado con Obama la misma jugada que con Arafat, aquel otro gran benefactor de la humanidad, mediante el engorde de su cuenta corriente. Y menos aún que Zapatero ya lo supiera, como el del famoso anuncio bancario, como así se encargará de comunicárselo al césar mulato, en la próxima cumbre pajinplanetaria.
Como tampoco me ha sorprendido la eclosión de racismo, producida al respecto en el ámbito filoprogre, con la “honrosa” excepción del panfleto de Sopena, como así se encarga de hacer notar Elentir.
Y digo lo de la eclosión de racismo, a propósito de la antepenúltima tontería proferida por el más tonto de los tontos de los presidentes useños vivos, Carter, cuando se permite afirmar que las críticas a Obama son puro racismo.
No obstante, seguro que el progre de guardia será capaz de ofrecernos alguna explicación convincente. Claro, que ya hay que estar poseído por unas inmensas e infinitas ansias de paz, para no salir corriendo ante esto. Estamos a la espera.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 10 de octubre de 2009
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