lunes, 15 de octubre de 2018

El 17 de octubre nos vemos en Madrid


Atendiendo al lema de los convocantes, ese día iré a Madrid a manifestarme a favor de la vida, la mujer y la maternidad. Y como resulta que la principal amenaza que se cierne sobre ello es el nuevo engendro jurídico perpetrado por este gobierno, de hechuras y filosofía nacionalsocialista, en comandita con el lobby proabortista, pues aprovecharé, también, para manifestarme en su contra. De la ley perpetrada y del gobierno.


De un gobierno que, ostentando interinamente uno de los tres poderes del Estado, no sólo ha renunciado, ilegítimamente, al ejercicio de una de las pocas potestades que justifican la existencia de aquel: la defensa de la vida, sino que, en actitud inexcusable, promueve, armado de las mismas armas filosóficas que justificaron las más terribles matanzas del siglo XX, despreciadas y condenadas en los juicios de Nuremberg, la matanza impune de los más inocentes, de los más débiles.

Y después, armados de la misma justificación positivista y voluntarista de la matanza de los más débiles entre los débiles ¿Qué vendrá? ¿La matanza de ancianos, inútiles para la producción, consumidores de bienes y servicios escasos y receptores netos de prestaciones dinerarias? ¿La matanza de los disminuidos físicos y psíquicos?

Soy muy consciente de la dureza de mis palabras, pero todo esto parece obedecer a una muy cuidada y planificada, al modo socialista, operación de limpieza de la raza, último tramo de la escalera totalitaria, cuya ascensión -tortuosa, con parones y acelerones, según las circunstancias- comenzó, cuando un malvado decidió que el cadáver de un hombre debía ser pasto de las alimañas.

Cuando un malvado decidió que podía sustituir el Orden Natural, que impregna la conciencia de los hombres, por los designios de un Líder Máximo o un parlamento democrático, que para el caso es lo mismo.      

Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 21 de septiembre de 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.