José Ramón, comentarista del artículo “Zparo, corrupción de altos vuelos”, formula la siguiente pregunta: “¿Por qué esta noticia lleva en el título la palabra "corrupción" si en el texto no habla del PP?”.
Deja usted la respuesta muy fácil: Porque los casos de corrupción en el PP, aireados por la Fiscalía o jueces como Garzón, al servicio claro del corrupto PSOE zapaterino, han resultado falsos en la mayoría de los casos, ya que las sentencias firmes pueden contarse con los dedos de una mano (sobrarían varios) y además se han sustanciado con dimisiones o expulsiones de esos cargos populares. ¡Nada que ver con ministros, secretarios de Estado y directores generales en prisión cuando la era GAL! Y no hablo de asesinatos, secuestros y torturas, que ese es otro tema, sino de cómo se lo llevaron crudo para sus gastos.
El ejemplo más representativo de falsedades partidistas, pero no único, vendría dado por esas dos o tres decenas de alcaldes y concejales —¡sí, decenas!— del PP en Canarias y Murcia, que a instancias de López Aguilar y Bermejo (conspicuos sinvergüenzas y candidatos respectivos en ambas regiones) y cercana la campaña electoral presionaron a los delegados del Gobierno en esas comunidades para que enviaran a la Policía o la Guardia Civil, previo aviso a los medios de prensa, a detener a inocentes. Posteriormente, ante la falta absoluta de pruebas y con el mal ya hecho (el hoy alcalde de Totana se pasó dos meses en la prisión de Sangonera), fueron puestos en libertad por los jueces, sin cargo alguno. ¡Habían sido usados como carne de campaña y al consabido modo izquierdista!
No ocurre lo mismo en absoluto con los socialistas, donde la corrupción, sin llegar a ser tan generalizada como en los tiempos de Mister X (pero en ello están), se encuentra muy extendida y usualmente acaba en la impunidad. Impunidad que queda favorecida por una Fiscalía partidista, especialmente en Andalucía, con escándalos monumentales en la Junta de Andalucía, donde Chaves ha usado el nepotismo y la prevaricación con toda su parentela, o la Diputación de Almería, donde el presidente enchufó como asesores a más de 40 militantes espléndidamente remunerados que sólo trabajaban para el partido o no hacen nada, y los ayuntamientos de Sevilla y Marbella, donde el latrocinio socialista fue proverbial y desmedido.
Así, pues, su pregunta se contesta por sí sola. Cite un caso de corrupción PP que haya acabado en sentencia firme y los demás le citaremos un centenar del PSOE, usualmente impunes. En resumen: muchos de ustedes, los socialistas zapaterinos, simplemente son unos farsantes que sólo buscan el poder, para chupar de la teta con nuestro dinero, y encima pretenden mantenerse en él a toda costa, como por ejemplo la difamación y el abuso mediante los recursos del Estado. Y en absoluto merecen ese poder, porque a la hora de gestionar la cosa pública son incompetentes o ladrones. O ambas cosas. ¡Dónde se ha visto que en una crisis que afecta a todo el mundo, en España se estén creando 8 de cada 10 parados europeos! ¡Mientras, las subvenciones a los de la ceja no paran de crecer!
Y cuando quiera seguimos sobre el tema, porque ya me tienen hartos los que son de su cuerda y entran aquí a dárselas de listos.
Autor: Policronio
Publicado el 30 de mayo de 2009
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