sábado, 13 de octubre de 2018

Asignación de recursos y responsabilidad política de los crímenes etarras

El gran derrochador
Descontados los gastos corrientes y efectuada la oportuna reserva para imprevistos, la directiva familiar, o sea el padre y la madre, advierten que cuentan con 1.000.- Euros para inversiones. 

Y como no puede ser de otra forma, hacen un listado de necesidades presentes y futuras, a la vista de las circunstancias. Para empezar, ya conocen de primera mano el aumento de la criminalidad en la zona donde viven. Asimismo, se temen y con razón, que la pensión prometida por la Seguridad Social se quedará en agua de borrajas y no es cuestión, en su momento, de bajar el nivel de vida por falta de previsión.


También advierten que los ordenadores de la casa, aunque en buen estado de uso, van quedando obsoletos. Hacen un repaso de la vivienda y parece que le va haciendo falta una buena mano de pintura, aunque la cosa puede aguantar otro año. Y como no podía ser de otra forma, el portavoz del lobby filial manifiesta que la play 2 es un tostón y que ya va siendo hora de comprar la play 3, más molona.

Tras una tranquila discusión, la directiva familiar acuerda que lo primero es instalar una puerta blindada, además de un sistema de alarma, conectado a una empresa privada de seguridad. De lo que queda, se dedicará el cincuenta por ciento para el plan de pensiones privado y el otro cincuenta por ciento se dedicará a la sustitución de uno de los ordenadores de la casa: el que se utiliza en la sala de estudio de la prole.

La pintura de la casa tendrá que esperar otro año y la play 3, sine die.

Eso que hace cualquier familia ¿Por qué no pueden hacerlo nuestras instituciones?

Está claro que cuando un terrorista mata, el responsable del asesinato es el terrorista. Pero ello no impide achacar un cierto grado de responsabilidad, o de irresponsabilidad, según se mire, a quien disponiendo de los medios para evitar ese asesinato, se los gasta en plays3.

No hay dinero para la seguridad de los cuarteles y alrededores de la Guardia Civil y sí hay para mantener este bodrio. Por no hablar de esto otro. En estas circunstancias puede decirse que ETA es culpable. Pero también podrá decirse, que mientras se racanee un solo euro para seguridad ciudadana y se dedique a gastos superficiales, el gobierno será responsable de las nefastas consecuencias de su actitud, en forma de crímenes horrendos y evitables.

Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 2 de agosto de 2009

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