Doctor Luis Montes. Sí, han leído bien: "Voluntad inequívoca" de morir. |
Todo indica que, para la progresía ambiente, no cabe imaginar debate más sereno que el que se produce entre los muertos presedados y su médico negligente y emisor de salvoconductos a la vida eterna y, además, declaración de voluntad más válida y mejor expresada, con indudable ánimo de producir prontos efectos jurídicos, que la llevada a cabo por el que está inmerso en una situación de sufrimiento intolerable.
Y dentro de la progresía ambiente, no podía ser otro que el Doctor Muerte, digo Montes, el que dijera semejante barbaridad, ejemplo evidente del Derecho socialista y revolucionario que se nos quiere imponer desde los aledaños del poder totalitario y totalizador, que se está fraguando alrededor de la cuadrilla de chichiribailas que nos desgobierna.
“No obstante, Montes y Soler se mostraron de nuevo a favor de la eutanasia y el suicidio asistido, que definieron como “la muerte de una persona que no desea seguir viviendo por razón de una enfermedad terminal o por una situación de sufrimiento intolerable” siempre con la “voluntad inequívoca y libremente expresada” de que se quiere dejar la vida.”
Es decir, que para el afamado Doctor, en una situación de sufrimiento intolerable, donde cabrían todas las dudas del mundo, para que fuera aceptable, por cualquier fedatario público, el otorgamiento de un simple poder especial para enajenación de un pisito de protección oficial o para aceptar una mísera herencia, no habría ningún problema para aceptar como válida una declaración de voluntad inequívoca de ser suicidado.
Digo yo que lo dicho, con toda la serenidad del mundo, lo habrá sido en busca de lucimiento, delante de su público natural, dizque analfabeto. Que no es otro que él empeñado en ahorrar en medicinas y pañales, aunque sea a costa de permitirse el lujo de decir tonterías macabras como aquella.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 1 de octubre de 2008
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