Aviones Sujoi 30Mk2 de la Aviación Militar de Venezuela sobrevolando el puente Orinoquia. |
Si tomamos como referencia el último año completo conocido, 2007, y damos como buena la información del Fondo Monetario Internacional (organismo especializado de las Naciones Unidas), Venezuela ocupaba la posición 57, con 8.596 dólares de renta per cápita, entre los 180 países de los cuales se tenía información. Para hacernos una idea de qué supone ese puesto 57 asignado a Venezuela, digamos que España ocupaba en ese año la posición 25, con 32.066 dólares; Estados Unidos la 11, con 45.845; Francia la 18, con 41.511 y la incorregible peronista Argentina la 67, con 6.606 dólares per cápita.
Si además tenemos en cuenta que el precio del barril de petróleo ha retrocedido casi a los 90 dólares (vemos que la crisis que “no existe” está poniendo a las materias primas en su sitio), y que la tendencia no parece que sea la de estabilizarse en ese precio, ni mucho menos la de volver a subir hasta los 160, sino la de seguir bajando algo más, entonces se deducirá que la economía venezolana, emparejada a la del precio del crudo, no está precisamente para tirar cohetes y adentrarse en gastos innecesarios. Cualquier gobernante con cierta capacidad de estadista lo hubiese visto así, evidentemente no es el caso de Chávez, y por lo tanto hubiera aprovechado la bonanza transitoria para dotar a su país de las infraestructuras y servicios necesarios que le garantizaran cierto bienestar a sus ciudadanos. Chávez no ha actuado ni de lejos en tal sentido, a lo que habría que sumar que su grosería le indispone cada día más con los Estados Unidos, donde no olvidemos va destinado el 60 % de las exportaciones venezolanas.
Hoy me entero, a través de Libertad Digital, que el déspota que manda en Venezuela (gobernar es algo muy distinto) recibirá en breve una nueva partida de caza-bombarderos rusos Su-24MK2 (ya dispone de 24 unidades Su-30MK2 como los que se ven en la foto de cabecera), que esta vez le han salido por 1.500 millones de dólares, lo que sumado a sus otras compras de armamento y material bélico (navíos, helicópteros, unidades BMR, fusiles, etc.), destinados a no se sabe quién, llevará a que esa querida nación hispánica siga adentrándose en el derroche más absoluto y en la pérdida de una oportunidad de oro para convertirse en un estado del primer mundo. Ahora no lo es, ni por su nivel de vida, ni por su falta de libertades, una y otra en caída libre como el precio del petróleo. Y lo que es más lamentable, no es posible augurarle un buen futuro a Venezuela mientras los venezolanos no se deshagan del fulano que los tiraniza.
Eso sí, todo hay que decirlo, en Venezuela se sigue celebrando el 12 de octubre, pero bajo el lema de “Día de la resistencia indígena”, una idea promulgada en 2004 por el déspota Hugo Chávez, cuya inmediata consecuencia fue el derribo de una estatua de Cristóbal Colón. Definitivamente, en Venezuela se cumple al pie de la letra la cita del clásico: “El pueblo siempre es superior a su tirano”.
Autor: Policronio
Publicado el 4 de octubre de 2008
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