No tengo por menos que reproducir a continuación la carta que nos ha enviado Don Enrique Jaureguizar Cervera, médico. Ni más, ni menos.
Carlos J. Muñoz.
“Soy médico y me niego a colaborar con ésta absurda cultura de la muerte que se está instaurando hoy en día. Mahatma Gandhi dijo: "Me parece tan claro como el día, que el aborto es un asesinato". ¿Cómo es posible que un ser humano tan indefenso como un niño sea tan brutalmente asesinado?
Un bebé, cada 4,68 minutos en España, es destrozado en trituradoras y tirado por los retretes de clínicas "legales", o directamente arrojado al cubo de la basura como si fuesen desechos o como si fuesen excrementos. "Lo más grave que ha sucedido en el siglo XX es la aceptación social del aborto provocado" Julián Marías. Sólo he conocido cómo el egoísmo humano puede llegar a ser una perversión tan repugnante, y fue cuando estuve en Camboya ayudando como médico. Me enteré que los traficantes utilizan a mujeres para transportar niños llenos de droga para que no sospechasen en la aduana. Pero lo peor es que a los niños les cogen vivos, les vacían literalmente por dentro tirando sus vísceras, les llenan de droga, y después les cierran, y antes de que se enfríen sus cuerpos muertos les pasan por la frontera. ¿Cómo el ser humano puede llegar a ser tan inhumano?.
Se está creando una nueva ley del aborto, como si la que ya existe no hiciese ya suficiente daño: 112.138 vidas por abortos declarados, sólo en 2007. Son vidas perdidas que jamás recuperaremos y que mejorarían la pirámide invertida que tiene España. Se ha impuesto una ley sin contar con la sociedad, sin dialogar, sin llegar a un consenso. La subcomisión del aborto ha sido una burda farsa, ya que sólo se ha tenido en cuenta a aquellos que piensan y tienen intereses económicos comunes con el gobierno de Zapatero, y no se escucha a los médicos, ni a las madres: los que más tienen que decir sobre el aborto ya que son los afectados. "Hoy en día este tema es nuestra vergüenza social", dice Juan Manuel de Prada.
Soy director de Médicos por la Vida y yo, así como la gran mayoría de médicos de España, nos opondremos a esta ley, no por capricho sino porque este gobierno no demuestra que sea democrático, sino más bien dictatorial. Porque los que al final tendrán que hacer todos esos miles de abortos tendremos que ser los médicos, y seguro que la Sra Aído no va a hacerlos.
Ahí es donde comienza un nuevo problema, porque el gobierno impone un "derecho" inconstitucional ya que al crearlo aplasta el primer derecho y más fundamental de todo ser humano: el derecho a la vida (Art 15 Constitución). Sitúan al médico en una delicada situación. ¿Debo ser legal con este derecho, o con el otro?, ¿sigo el código deontológico, o creo términos y me invento otro para ocultar lo que hago?
Un médico no puede realizar un aborto, primero porque hicimos un juramento al licenciarnos y segundo porque no es un acto médico ya que no cura ninguna enfermedad. Un médico debe luchar por la vida de sus dos pacientes, la madre y el hijo. Las consultas de psiquiatría están llenas de mujeres que han abortado y no pueden superar su culpa.
Todos sabemos que el aborto no es la mejor salida para el problema, que no soluciona nada. En el fondo todos sabemos lo que realmente late dentro de ese vientre: un ser humano. Si los políticos proponen leyes para eliminar niños no deseados, los legisladores aprueban leyes inconstitucionales, y los médicos matan a sus pacientes... ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar?
Decía Martin Luther King que "Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos". Animo a todos aquellos que piensen que hay salidas mejores al aborto como ayudar a la madre a tener a su hijo y darlo en adopción en último caso, formar mejor a los jóvenes, y ayudar más y mejor a la mujer embarazada, sean valientes y hagan oír su voz, por aquellos que no la tienen”.
Un Saludo,
Enrique Jaureguizar Cervera (Firmas invitadas)
Publicado el 17 de febrero de 2009
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