2 de mayo de 1808. Lienzo de Goya. |
“Yo creo que en estos años ha habido pocos poetas de la nación española, el propio concepto de España, más allá de las manipulaciones de los nacionalistas y de una izquierda desorientada que pacta con ellos, no ha estado muy presente, entonces yo también he querido cantar las baladas de mi nación española, porque tengo un gran sentimiento de España, heredado también de mis padres”.
“Pienso que el gran problema para la democracia nuestra actual era esta especie de religión secular que es el nacionalismo, que más allá de los derechos individuales de las personas pone su objetivo en los derechos de una pretendida patria común, nación, etc. Sí me ha llamado la atención la complacencia con la que se ha tratado a los nacionalistas, con la que se sigue tratando a los nacionalistas, me llama la atención porque así mismo creo que la Historia debe hacer balance, que es otra característica de mi historia”.
Los dos párrafos anteriores y unos cuantos más, cargados todos ellos de sentido común y de conocimientos históricos, corresponden a la primera parte de la entrevista que el diario Ya ha realizado con el gran historiador vasco Fernando García de Cortázar. Sabe de sobras el director de la fundación “Dos de Mayo Nación y Libertad”, y así lo expone con otras palabras, que a mayor idea de España será más probable que escapemos de las garras coaligadas del socialismo y el nacionalismo, dos ideologías liberticidas que, de no ser paradas a tiempo, pueden llegar a convertir a nuestra patria en un verdadera lodazal. De hecho, hay ya unos cuantos territorios muy enfangados.
El 18 de diciembre de 2004 escribí un extenso artículo a cuya conclusión —con perdón por la autocita— venía a decir lo mismo que hoy declara el prestigioso historiador García de Cortázar:
La solución a tanto plan maquiavélico y escandaloso de unos y otros se encuentra en España, en los españoles con sentido común. Cuanto mayores sean las posibilidades de que nuestra libertad sea caricaturizada a manos social-nacionalistas, más España necesitamos. Porque la idea de España, su unidad, sus tradiciones milenarias, su idioma común, su Constitución... representan un gran freno a los totalitarios y conculcadores de la Ley. Luego a favor de España debemos ir, a poder ser en un bloque único, todos aquellos que no se consideren integrados en el Frente Popular, que somos los liberales de las más variadas tendencias y la derecha tradicional, representada hoy por el Partido Popular, principal enemigo a batir para los disgregadores. Ya tendremos ocasión, una vez se haya frenado la marea frentepopulista y liberticida, de pedir menos Estado y más iniciativa privada, de considerar el individualismo como una opción ideal. Pero un ser humano, con independencia del grado de patriotismo que posea, debe fijarse unas prioridades para sí y para los suyos, por este orden: Libertad, seguridad y prosperidad. Y hoy por hoy, esas preferencias no parecen alcanzables en una España fragmentada o tiránica. De donde se deduce que la defensa de la libertad se llama España.
Autor: Policronio
Publicado el 25 de febrero de 2009
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