El presidente y el vicepresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán (izq) y Jiménez Aguilar. El primero de ellos, Díaz Ferrán, aún sigue purgando en prisión sus numerosas estafas y fechorías. |
Hasta ahora se decía que los sindicatos eran de izquierdas y la patronal de derechas. Pero sólo hasta ahora. El apetito del socialismo zapaterino por controlarlo todo y engullirlo para su deleite, para su propio engorde, no posee límites y de ahí que jamás dude a la hora de hincarle el diente a cuanta organización tenga algo que decir, y decidir, en nuestra sociedad. Es el turno de la patronal CEOE, que con la expulsión de Jiménez Aguilar —dimitió un minuto antes de que lo echaran— acaba de entrar definitivamente en la órbita del gobierno socialista.
Junto a sus aliados nacionalistas —eufemismo de separatistas— o de Izquierda Unida —eufemismo de estalinistas— y desde el gobierno que preside, Zapatero controla ya el Parlamento, la Justicia, casi todos los medios de comunicación —en el caso de la televisión ese control es apabullante—, los sindicatos denominados de clase, a cuyas organizaciones va untando con generosos estipendios a fondo perdido —de ahí el amoroso entusiasmo de los "representantes" de los trabajadores a favor del Gobierno—, así como cualquier grupo de presión o lobby que suponga unos miles de votos: gays y lesbianas, "intelectuales", "artistas","ecologistas". Gente, por lo usual, adicta con descaro a la sobredosis de subvención pública.
Bien, pues como prueba de que los zapaterinos practican un régimen omnívoro, es decir, comen de todo, acaban de sumar a su ya rica dieta una serie de productos alimenticios, reservados hasta el momento al "Club del Gourmet", es decir, a esa derecha pura y dura o "capitalismo salvaje", —usado como cabeza de turco de cuanta propaganda vierten los izquierdosos para justificar toda revolución—, que les permitirá abarrotar la despensa con toda suerte de viandas elaboradas en las grandes empresas españolas, comenzando por la patronal que las asesora, CEOE, a cuyo máximo dirigente, Gerardo Díaz Ferrán, captaron hace un tiempo, y continuando por las PYMES, una vez defenestrado su máximo representante y defensor, Juan Jiménez Aguilar.
No hay duda alguna: Los de la CEOE, al genuino modo de las Cortes franquistas, acaban de hacerse el harakiri y han decidido unirse a ese conglomerado de poder político-judicial-mediático que es el amo de vidas y haciendas y que decide los que sobreviven y los que no. En cuanto a la propia CEOE, digo yo que la circunstancia de haberse hincado de hinojos ante el socialismo algo tendrá que ver con el hecho de que alguno de sus altos cargos esté encausado judicialmente, tal sería el caso del propio Díaz Ferrán, presunto delincuente, acusado de desvío de fondos públicos en el cambalache de Aerolíneas Argentinas.
Si a todo ello le añadimos que las cámaras de comercio, donde el lujo deslumbra y el derroche lo paga hasta el más humilde de los autónomos —se sabe de sobras que la utilidad de las cámaras es inversamente proporcional a su poder coactivo para recaudar las cuotas—, hace tiempo que están en manos de un hombre de lo más afín: nada menos que Javier Gómez Navarro, ex ministro de Comercio con Mister X.
Así, pues, se llega a la sencilla conclusión de que buena parte del mundo empresarial ha sucumbido a las asfixiantes presiones del Adolescente, un individuo que tiene de demócrata lo que yo de cura, con perdón para la Iglesia, única institución, por cierto, que junto al Ejército aún no controla en su totalidad, al menos en las regiones no nacionalistas. Pero ZP está en ello, Educación para la Ciudadanía, Alianza de Civilizaciones y Memoria Histórica de por medio. ¡Vaya si está en ello!
La pregunta de hoy sería esta: ¿Quién se encuentra detrás de tan monstruosa conspiración para implantar en España un férreo régimen peronista, si bien muy mejorado en cuanto a disimulo antidemocrático? Porque no creo en absoluto que semejante conjura, digna del III Reich de los 1.000 años pero con más trastienda, sea obra exclusiva del Adolescente y su mano siniestra Pepiño, ambos mucho menos bobos de lo que parecen, pero a la postre unos "pringaos". ¡Comienza uno a sentir miedo y quizá será cuestión de escribir mirando de reojo hacia los lados!
Y tú, señor Rajoy, ¿te habías enterado de algo? No lo descarto en absoluto —y quizá antes que muchos—, a juzgar por esa nueva ideología "blandiblú" que profesas, en la que todo es éxtasis parlamentario que jamás llega a las cocinas del poder, ideología a partir de la cual has decidido que el PP debe asumir para los restos la "descollada" labor de leal oposición. Y si no es así, que alguien me diga en qué lugar del mapa está situando sus peones el Partido Popular. ¡Lastima de España y de la libertad, valga la redundancia!
Autor: Policronio
Publicado el 18 de septiembre de 2008
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