Está en la naturaleza de los más reputados miembros de la neo-religión algoriana (de Al Gore), alertarnos con estupideces varias, con una mezcla de exageración y medias verdades, que haría palidecer de envidia al mismísimo Goebbels. Por no hablar de la vergonzosa ocultación de datos, escondidos tras el chascarrillo de “antes sí que hacía frío”. Y todo ello, con el ánimo descarado de seguir viviendo a costa del contribuyente, que es de lo que se trata.
Es por ello, que ardo en deseos de saber si los alarmistas del calentamiento neuronal y cambio climático, están buitreando por los centros hospitalarios, en busca de estadísticas oficiales de muertos por este frío siberiano que nos trae a mal traer. Ya sea, como causa principal, por congelación, o concurrente con enfermedades respiratorias, cuyo proceso letal se haya acelerado a causa de aquel.
Porque cuando se producen olas de calor en los meses de julio o agosto, o sea, en su momento, a todos estos les falta tiempo para echarnos los muertos a la cara. Debe ser que los muertos a causa del calor son de primera, rebajando a los muertos por frío a la categoría de parias del cementerio.
No obstante, estamos a la espera.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 10 de enero de 2009
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