A un lado la ropa y al otro los enseres personales. ¿Dónde están los cuerpos? Y así, hasta seis millones de seres humanos. |
A estas alturas de la película, pocas cosas me sorprenden menos que la actitud falaz, rastrera, comprensiva con el terrorismo y deshonesta, de estos personajillos sin talento, que se permiten calificarse a sí mismos de “artistas” e “intelectuales”, y que no pasan de ser meros zampabollos, pesebreros y vividores a costa de nuestros impuestos, envalentonados al amparo de un personaje sin escrúpulos.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 10 de enero de 2009
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