viernes, 21 de septiembre de 2018

Cotilleo basura de Libertymad

Cotilla incorregible.

Si alguien me preguntara por las pocas cosas que recuerdo con amargura de mi infancia, sin duda alguna, no tendría más remedio que sacar a colación el papel que las comadres cotillas jugaban en la difusión de lo políticamente correcto de la época, que no era otra cosa que oscurantismo y caspa al por menor. Como ahora, pero en blanco y negro.


Por supuesto que las tales se consideraban catolicísimas, apostolicísimas y más romanas y papistas que el Papa -como ahora son ateas elevadas al cubo- y tan acostumbradas a lidiar con los siete pecados capitales, siete, que digo yo que más de un algo se les pegó del asunto. Y tan, tan alumbradas por la caridad …

Y digo lo anterior, porque vistas las últimas andanzas de este chico tan leído y tan escribido, no he tenido por menos que acordarme de esas comadres, tan santurronas, oscuras y miramelindrosas, como corroídas de pura envidia, proveniente de una frustrada lujuria y sin una codicia que tuviera su reflejo en la cuenta familiar de resultados.

No sé si Elentir fue falangista, ni me importa -yo fui socialista matacuras y me aprecio muchísimo-, lo que sí sé es que las neuronas del mentado y vestido de negro negrísimo, disimulador del guarro guarrísimo, tienen la costumbre de dar un rodeo, cuando tienen a la vista su lindo culo. Dicho sea en estrictos términos descriptivos y sin ofender. 

Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 31 de enero de 2009

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