Basta con que a los españoles medianamente informados —o no asilvestrados— nos parezca despreciable la figura de Bermejo, motivos hay más que sobrados, como para que Zapatero se empecine en mantenerlo en el cargo y darle vidilla. ¿Razón? Le es útil que escandalice a la opinión pública con asuntos relativamente menores, que es exactamente igual a lo que hace la ministra Maleni con sus pifias mayores. Son dos auténticos mascarones de proa, de los más llamativos a causa de sus múltiples barrabasadas y por lo tanto muy visibles en el horizonte.
Ambos, el de Justicia y la de Fomento, enmascaran con soltura la travesía de unas naves zapaterinas dedicadas al flete de atropellos sin cuento e ineptitudes sin cuenta. Así, pues, las reiteradas bajezas del ministro, que han gastado mucha más tinta en la prensa y más horas de televisión o de radio que cualquier otra noticia referida a una crisis económica incontrolada, son para ZP una espléndida cortina de humo, de lo más provechosa, que sin duda distrae la atención de nuestros bolsillos vacíos y, en paralelo, de ese derroche inmoral, perfectamente consentido, de las administraciones públicas.
Pero el desahogado político no solamente vive de pan para sí y circo para los demás, sino que a ratos libres ese fulano precisa ganarse el sueldo entre los suyos, nada más que entre los suyos, y apuntalar así su cargo. Ahora se ha sabido que el ministro Bermejo le concedió un segundo indulto, el primero fue “gracia” de López Aguilar, a Ignacio Bendito García, un delincuente condenado en firme por el Supremo, como autor de un delito de malversación de caudales públicos relacionado con la Junta de Andalucía, que es la institución donde toda corrupción y arbitrariedad tienen su asiento sin que los fiscales, al parecer, se hayan enterado aún. Pues bien, el tal Bendito no solamente fue indultado por el mascarón Bermejo, sino que el gobierno socialista de Chaves ha seguido contratando con su empresa durante los últimos cinco años. Lo hizo incluso cuando el delincuente Bendito permanecía en prisión. La causa debe ser esa solidaridad que tanto proclama la izquierda, una de cuyas características principales es la impunidad del compañero de partido y el hacer caso omiso de si se favorece o no a los delincuentes. Al fin y al cabo, al más puro estilo Mafia: “Bendito es uno de los nuestros”.
También se ha sabido que el furtivo Bermejo —furtivo sobre todo respecto a su obligaciones— se ha dedicado ilegalmente a cazar jabalíes, gratis total, en la finca “Quintos de Mora”, que es patrimonio del Estado, asignada a Medio Ambiente, y además donde la caza está prohibida. Lo que supone la connivencia forzosa de otros miembros del Gobierno, que debieron autorizarle siquiera fuese verbalmente ante el director de la finca, como si de amigachos se tratase, en lugar de denunciar el hecho y mandarlo al juzgado de guardia más próximo o al que corresponda a los aforados. De lo que se deduce que nos las habemos ante un gobierno de auténticos amigachos, o sea, cómplices.
No quiero que se me olvide destacar, finalmente, que otra de las medallas que Bermejo lucirá en su pecho de cazador guerrero —con distintivo rojo, por supuesto—, un cazador que en realidad se dedica al tiro al plato con esos venados y jabalíes que le ponen en suerte al grito de ¡pieza! —que eso ni es caza ni es “na”—, la habrá logrado al propiciar la primera huelga judicial de nuestra Historia y, muy especialmente, mediante su propensión a controlar desde el Ejecutivo un poder del Estado que se supone independiente, el Judicial, pero que solamente los muy adictos al régimen zapaterino lo creen así. Al respecto, no ha dudado en dictar una instrucción a través de la Secretaria General de la Administración de Justicia para que los secretarios judiciales desempeñen el papel de auténticos chivatos e informen al Ministerio de los jueces que intervienen en la huelga. Como si el Consejo General del Poder Judicial, al que se puentea, no se tratara del organismo encargado del caso. Si uno fuese malpensado, que no lo es, podría llegar a creer que los gastos de las próximas cacerías correrán por cuenta de ese fondo que se recaude a base de las sanciones económicas de los jueces huelguistas.
Autor: Policronio
Publicado el 18 de febrero de 2009
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