sábado, 25 de agosto de 2018

Rajoy traidor, mil veces traidor

Rajoy en el congreso del PP en Valencia en 2008, donde se produjo el volantazo hacia el desistimiento en la defensa de España y se decidió adoptar la vida regalada, cómoda en la Oposición, a lo largo de toda la legislatura. 

¿Sabía Rajoy que PRISA se vería burlada por la FORTA, TVE y MEDIAPRO en los derechos de retransmisión de la Copa de Europa de fútbol? ¿Se ha aprovechado de ello a costa de María San Gil y otros? ¿Con quién y de qué hablo Rajoy en Méjico? ¿PPRISA ha sustituido al PRISOE?


No hace falta ser muy listo, ni siquiera conspiranoico de pro, para tener por muy cierto que al grupo Prisa sólo le mueve su propio beneficio. Desde un punto de vista liberal, no sólo es la única conducta impecable, es que no podría ser de otra forma. Lo que ocurre es que, históricamente, su forma de obtener beneficios empresariales siempre ha estado unida a los favores del poder político socialista y no tan socialista. El gobierno popular, sin ir más lejos, pudo y no quiso ejecutar la sentencia del llamado antenicidio, lo que fue correspondido por PRISA adhiriéndose a todas las pancartas que tuvieran como objetivo desalojar del poder al partido de Aznar. Como colofón, los terroristas suicidas de la SER y lo que vino después.

Hasta tal punto llegó la coyunda PRISA-PSOE, que la expresión PRISOE ha hecho abultada fortuna y, tras un par de wisquis, hasta la corean los interesados. Y eso ya es otra historia. Nada liberal, por supuesto.

Es por ello, que nadie que tuviera un mínimo conocimiento de por donde pastaban el fallecido Polanco y compañía, con Cebrián a la cabeza, podía entender que ese grupo empresarial, forjado en la mamandurria del franquismo más oscuro, pudiera ganar inmensas cantidades de dinero nutriendo de cultureta a los que se tienen por progresistas, de izquierdas y antifranquistas de pro. Aunque su antifranquismo sólo fuera retrospectivo y su progresismo izquierdista de visa oro.

A lo que vamos. No tengo a Rajoy por un auténtico desalmado, de momento. Y que lo tenga depende exclusivamente de él. Pero si Rajoy lo sabía y se ha aprovechado de lo que se estaba fraguando al respecto de los derechos de retransmisión de la Copa de Europa, en los términos que más adelante se dicen -y existen muchas más razones para sospechar que lo sabía que para lo contrario-  y las consecuencias impredecibles para muchos y francamente predecibles para él, su cuadrilla y el sustento de ambos, no sólo le cabría aquel adjetivo, además, el de felón y mil veces felón. 

Y por qué digo lo anterior. Porque uno no se deja querer por el enemigo declarado, por ambas partes -recuérdese el episodio de Polanco tachando de golpista al PP y a Rajoy poco menos que prohibiendo la presencia de los altos cargos del PP en los medios de aquel-, si no es a cambio de algo, algo sustancioso.

Veamos los antecedentes. Zapatero debe su inmenso poder a los socialistas catalanes y a los sectores peor informados y susceptibles de ser manipulados con frases y consignas que rayan  en la idiotez. Y eso hay que pagarlo ¿Cómo? Como se pagan estas cosas: con dinero y favores. Sólo así se explica que cuando la PRISOE era un estanque dorado surja, como de la nada, el conglomerado MEDIAPRO, magníficamente relacionado con el PSC, que engloba La Sexta y Público, con el firme y declarado propósito de ocupar el lugar de PRISA en el corazón y bolsillo de los sostenedores del poder progresista y de izquierdas en este país. ¿Con qué amigos? Con Zapatero y compañía. De cajón.

En esta situación ¿En qué lugar queda PRISA? A la vista del editorial de hoy, por no decir la declaración de guerra de hoy, a la intemperie. Y la intemperie no es cosa grata para los que, gobierne quien gobierne, han hecho buenos, buenísimos negocios, al amparo y con la colaboración del poder.

¿Y qué pinta aquí Rajoy? Pinta que es el líder del único partido con posibilidades, ya veremos cuantas en el próximo tour electoral, de relevar en el gobierno a los traidores a PRISA. PRISA necesita a Rajoy para poder abrigar esperanzas de que todo vuelva a ser como antes y Rajoy necesita a PRISA para convencer a esas capas de población, que sin ser de izquierda descamisada, sigue votando a ZP porque no quiere ser tachada de derecha extrema, de que votar al PP de Rajoy, con Esperanza Aguirre bajo mínimos y sin los michelines vascos, catalanes y baleares, no es tan malo.

Y la única manera de llegar a una mínima relación de cordialidad, de momento, pues el cariño llega con el roce, es con una cuidada política de gestos. Por parte de PRISA, no hay más que ver como se viene tratando a Rajoy desde un tiempo a esta parte. Y por parte de Rajoy, pues como en política se hacen estas cosas: con la entrega, una a una, de las cabezas más apetecibles, tanto para el que las pide como para el que las tiene que dar. Y no es cuestión de poner aquí la lista de los defenestrados y casi defenestrados por Rajoy y adláteres. Es de todos conocida.

Aunque al final, quien obtenga todo el provecho sea el de siempre: Gallardón. Que, si por sí mismo, no ganará un voto de más para el PP, en esta situación cuenta con un activo envidiable: mamó de las mismas ubres que el Consejero Delegado de Prisa, con el que se lleva como todos Vds. saben.

En estas circunstancias, a los peperos como que les da igual lo que digan Pepiño Blanco, respecto de las cucarachas y Antonio Hernando respecto de las no sé cuántas veces debe escribir el PP en la pizarra no sabemos qué estupideces. Con el editorial de hoy de EL PAÍS está dicho todo lo que hay que decir al respecto: aquí mi primo, el de zumosol.

Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 13 de julio de 2008

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