Los 25 diputados que ha sacado el PSC-psoe en Cataluña es posible que nos cuesten a los españoles no catalanes, vascos o navarros la friolera de 14.000 millones de euros anuales, que es lo que piden los políticos del Tripartito para apoyar a Zapatero en su aventurerismo de la segunda legislatura, en la que cabe esperar mucho más de lo mismo y como siempre envuelto en un enorme celofán salpicado de lentejuelas (propaganda) y perifollos (atropellos). Si uno se dedica a hacer números sobre este caso, resulta que cada diputado nacional-socialista catalán nos saldrá por la bonita cifra de 560 millones de euros anuales. Pero todo sea bien invertido en beneficio y a mayor gloria del fastuoso Régimen zapaterino que nos llevará a la igualdad y a la paz absoluta: léase a la iniquidad y a la confrontación aún más acentuada.
Ojo, no estoy hablando de repartir esa cifra de 14.000 millones de euros, que se dice pronto, entre la totalidad de los españoles que deberemos contentar a los catalanes, ya que de ahí deben excluirse a los propios catalanes, más los vascos y navarros que disponen de régimen fiscal propio y por lo tanto son beneficiarios netos. Es decir, estos últimos no solamente no aportarán nada a las arcas comunes, a pesar de contarse entre los más ricos, sino que a ellos les seguiremos pagando un tanto anual. Reitero, no hablo de esas regiones cuyos políticos insolidarios, pedigüeños y victimistas aspiran a la independencia porque nada les ata a España, hablo del resto de las regiones españolas, que somos el 78 % de la población, a los que debería correspondernos financiarles a los catalanes el nuevo estatuto de latrocinio que Zapatero les regaló, lo que convertiría a Cataluña en una comunidad receptora neta de dinero procedente de otras comunidades más desfavorecidas. ¡Todo sea por la igualdad y la rectitud!
Pero no hay que preocuparte demasiado, al menos en algunas regiones, porque “Zapatero promete a Chaves asumir sus demandas sobre financiación” e igualmente “amenaza” a los separatistas vascos con concederles más competencias para que renuncien al referéndum de octubre; es decir, más desigualdad presupuestaria a favor de los sabinianos racistas. En resumidas cuentas, los catalanes pretenden cobrar como el que más (está claro que 25 diputados valen su peso en oro), colocándose según sus planes a la altura de los vascos y navarros. Y si encima los andaluces —supongo que también los extremeños y alguna otra comunidad socialista— van a ver incrementadas sus asignaciones, es ineludible que la pregunta surja de inmediato: ¿Quién pagará la juerga?
De entrada se habla de que algunas regiones verían mermadas sus actuales capacidades financieras hasta en un 17 % anual, cifra que no parece nada lógica puesto que Andalucía también incrementaría su ración de pienso y quedaría al margen del escote para contentar a los del Tripartito catalán, luego ese porcentaje deberá ser sensiblemente superior a 17 puntos de merma en las regiones no chantajistas y además durante varias anualidades consecutivas.
Reformulo la pregunta: ¿Qué comunidades van a ser las “paganas” del arbitrario derroche zapaterino? Respuesta sencilla: Las que están gobernadas por el PP, que es la media España insolente a la que hay que castigar al socialista modo para que se empobrezcan sus ciudadanos y (convertidos a la larga en nuevos proletarios) se piensen siete veces si les conviene votar a la derechona que sólo mira por los ricos. Y así estamos, de arbitrariedad en arbitrariedad y tiro por que me toca. Ya lo decía el clásico: “Cien años de injusticia no hacen derecho”. ¡Y sólo llevamos cuatro, camino para ocho! Esto acabará más empobrecido que la URSS antes de la caída del muro, y con igual nivel de justicia, que para eso se anuncian reformas que atenacen debidamente al CGPJ y al Tribunal Constitucional.
Autor: Policronio
Publicado el 25 de marzo de 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.