Todavía no es posible conocer en su integridad el macabro contenido de la fosa común de Alcalá de Henares, situada en el acuartelamiento de la Brigada Paracaidista, que era igualmente zona militar a cargo del Frente Popular durante la Guerra Civil. Esa fosa se describe como de unos 3 metros de profundidad y 120 de largo, en la que hasta el momento se han encontrado los restos de 7 personas. La fosa se halla próxima, además, a un paredón que sirvió para el fusilamiento de condenados a muerte. Si se tiene en cuenta su dimensión, no sería de extrañar que surgieran otros muchos restos. Ahora bien, ¿cuál podría ser el origen de esos cadáveres? ¿A quién adjudicar la responsabilidad de unas ejecuciones no del todo claras, de las que no existe documentación de los procesos que originaron esas muertes?
Lo primero que habría que destacar es el silencio del hoy ministro de Defensa, tan aficionado a las ruedas de prensa cuando ejercía el mismo cargo en Interior y notificaba a los cuatro vientos determinadas actuaciones policiales. Por su parte, Rodríguez Zapatero, impulsor de la Ley conocida como de “Memoria Histórica”, tampoco parece que le haya dedicado demasiado tiempo a explicarnos qué se sabe de esa fosa y cómo piensa averiguar su contenido e informarnos a los ciudadanos. Hasta tal punto es así, que “El juez militar responsable del caso […] desea solicitar la ayuda de las asociaciones dedicadas a la exhumación de víctimas de la Guerra Civil”, según informa el diario ABC, medio que ofreció la primicia de la noticia y que va ampliándola en la medida de lo posible.
Mi opinión es que aquí nadie debería lanzar las campanas al vuelo, un hecho al que tan aficionados somos todos los que vivimos la política con intensidad, y por lo tanto no culpar a nadie por anticipado, ya que esa fosa podría contener, indistintamente, restos de personas ejecutadas por el bando rojo, durante la guerra, o por el bando franquista, una vez hubo concluido el conflicto y se iniciaron las represalias. Pensemos que si hubo continuidad en un acuartelamiento militar, y éste pasó de las manos de un ejército a las de otro, cabe esperarlo todo de esa fosa. Luego lo mejor es ser prudentes y orientar el punto de vista hacia lo que ya se conoce:
Hasta ahora conocemos que las dos asociaciones izquierdistas dedicadas a la “indagación, localización e identificación de personas desaparecidas violentamente durante la Guerra Civil o la represión política posterior” —así describe su probable actividad la ley de Memoria Histórica—, como puedan ser la socialista “Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica” (ARMH) o la comunista “Foro por la Memoria”, aún no han mostrado el menor interés en la fosa de Alcalá. Incluso si uno entra en la página de ARMH, además de no ver ninguna referencia al hallazgo, da resultado negativo si se utiliza el buscador interno y se teclea “fosa Alcalá”. Sencillamente, la fosa no existe para ellos. Y no es por falta de fosas.
En cuanto al comunista Foro por la Memoria (página en la que lo primero que uno ve es un banner donde se anima a la denuncia del historiador Pío Moa, máximo especialista en dejarles por embusteros), tampoco aparece nada en portada referido a la fosa de Alcalá, que es donde curiosamente, y en la agenda para el 12 de abril, se anuncia un “Homenaje a los republicanos y republicanas fusilados en Madrid”. Y si acudimos al buscador interno del Foro por la Memoria, el resultado nos remite a dos o tres noticias de agencias encabezadas por la versión del diario El País.
Si tenemos en cuenta el mucho partido que los izquierdistas le sacan a cualquier tema que posea un mínimo de rentabilidad electoral, con independencia de que luego sea cierta o no la versión que suelen ofrecernos, está claro que no hacen bien en soslayar el asunto de la nueva fosa. Y es que a juzgar por el grado de parcialidad que utilizan (como es posible advertir en sus páginas de Internet), están rechazando lo que para ellos podría resultar un auténtico filón si finalmente se tratase de ejecuciones franquistas. Es más, si ahora demostraran algún interés en averiguar que pasó en Alcalá, condenando por anticipado las ejecuciones fuese quien fuese el culpable de ellas, se cargarían de razones para luego exigirles a otros lo mismo. A menos, claro está, que sepan ya de qué va la matanza y lo que cabría esperarse de los hallazgos del acuartelamiento de Alcalá de Henares.
Por si acaso... callan y disimulan, desde el último izquierdista hasta el “rojo” que los preside a todos, un medio como otro de demostrarnos sus pretensiones reales respecto a la “Memoria Histórica”. No sería nada extraño oírle a cualquiera de ellos una frase semejante a esta: “Nuestros muertos son los únicos que cuentan y resultan útiles para la propaganda, los demás no valen nada, incluso aunque los hayamos asesinado nosotros mismos como hicimos con la gente del POUM y los anarquistas, que los cazamos a miles. Bueno, en realidad, no asesinados por nosotros, sino por nuestros antecesores ideológicos de los que nos declaramos herederos, no como la derechona, que dice no querer saber nada de Franco”.
Autor: Policronio
Publicado el 14 de marzo de 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.