Salvo los partidarios fervorosos de echarle tierra encima —ellos sabrán el porqué— a unos trágicos sucesos que han marcado un antes y un después en la España contemporánea, nación a la que probablemente, como consecuencia de los atentados del 11-M, se le está fijando gradualmente un destino opuesto al de cualquier Estado unitario en el que la ley sea igual para todos… Salvo esos partidarios encandilados y satisfechos de que sean los suyos los que cabalguen en el poder, insisto, y por lo tanto dispuestos a justificarlo todo y a declarar extinguida y conspirativa cualquier opción de llegar a nuevos conocimientos, los restantes españoles que aún conservamos alguna capacidad analítica, por muy errónea que ésta sea, mantenemos aún la duda sobre lo que sucedió en esa trama terrorista. ¡Seguimos queriendo saber toda la verdad! Más que nada porque como afirmaba el clásico: “Cuando la verdad se digne venir, su hermana libertad no estará lejos”.
Autor: Policronio
Publicado el 30 de marzo de 2008
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