El farsante mundo de la "cultura" es, para Zapatero, uno de esos colectivos que debe premiar aun a riesgo de llegar a perder el poder como consecuencia de un canon tan arbitrario como inmoral, puesto que nos considera delincuentes potenciales a todos. Hablamos de una gente, los sedicentes intelectuales, dispuesta a movilizarse orgiásticamente en las calles, a crear documentales tipo "Hay motivos", donde se encadenaron las medias verdades con las falsedades, a colocarse pegatinas del "No a la Guerra" en la entrega de unos Goyas televisados en hora punta y a declarar que el PP, caso de Almodóvar, pretendía un golpe de Estado en las pasadas generales. Juntos, artistas de uno y otro signo (subvencionados y subvencionadores) están condenados a entenderse o a trabajar en algo útil. Y claro, por ahí no pasan. Su actitud de zánganos es: "Antes morir que ser muertos". O por mejor decir: Antes practicar la chorizada que doblar el lomo.
Autor: Policronio
Publicado el 3 de enero de 2008
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