“No a la guerra” fue el eslogan de ZP, y de la izquierda farsante en general, durante los dos años previos a las anteriores elecciones generales. Ese eslogan sirvió para imprimirlo en una pancarta, agarrarse a ella y deambular vociferando, semana sí y semana también, por las ciudades españolas. Hasta que al final el mensaje caló entre los cortitos de mente y el PSOE se valió de sus votos para llegar al poder.
Desde entonces Zapatero ha mantenido tropas españolas en varias regiones conflictivas, algunas de ellas en claro estado de guerra, como Afganistán, pero nada se ha aireado en las calles de España, y mucho menos en forma de protesta, porque nada ha interesado a los malditos profesionales de la propaganda, que son esos miserables a los que no les preocupa en absoluto ni nuestras Fuerzas Armadas ni cualquier guerra de este mundo a la que no sea posible sacarle un rédito político. Es más, el farsante presidente no dudó en ampliar el horizonte bélico de nuestras tropas y ahora, además, se hallan en el Líbano, territorio en máxima tensión bélica del que ya tuvimos que traernos los cadáveres de varios soldados.
Recientemente se ha sabido que las bases españolas en Afganistán, donde hay destacados unos 700 compatriotas, reciben fuego regular de mortero. ¿No es eso una guerra? Entonces por qué lo oculta el gobierno zapaterino e insiste en calificar de misión de paz lo que no es. La respuesta es evidente, no interesa aparentar algo distinto a las “ansias infinitas de paz”. ¡Farsante!
La noticia de www.nacionespanola.org, un medio con excelentes contactos en el ámbito militar español, asegura que los afectados por esos bombardeos fueron allí desconociendo por completo la situación. Ahora, a su regreso, por órdenes del ministro Alonso se les impide hablar e informar a los españoles. Pero lo realmente grave es que en Afganistán se les impide igualmente responder al fuego enemigo, lo que entre nuestros aliados en la zona nos está acarreando fama de cobardes. ¿A dónde vamos a llegar con tanta farsa y tanto engaño a los españoles?
Autor: Policronio
Publicado el 3 de marzo de 2008
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