Alegoría de la deriva del gobierno socialista. |
Según nos informa de la Vega, el Gobierno pretende aprobar por Real Decreto y, por lo tanto, sin pasar por el Parlamento, una norma prevista para, según la Vicepresidenta, salvaguardar la privacidad de las mujeres que aborten, tanto en clínicas públicas como privadas.
Habrá que leer detenidamente el borrador de ese Real Decreto, no sólo con objeto de formular una crítica fundamentada en lo que a sus aspectos de orden material conciernan, sino fundamentalmente, en sus aspectos formales. En especial, cuál es la norma con rango de Ley Orgánica, habilitante del reglamento en cuestión.
Sin pretender aburrirles, pero es necesaria esta introducción, el alcance de la potestad reglamentaria del gobierno ha generado más de un debate enconado en la doctrina político-administrativista. Unos defienden que la potestad reglamentaria del gobierno es y debe ser autónoma, en beneficio de la agilidad gubernativa. Otros defienden que en un régimen parlamentario y de jerarquía normativa no pueden existir reglamentos sin norma habilitante.
Independientemente de lo que diga la doctrina, el caso es que todo lo que concierne al aborto, concierne al derecho a la vida. Y como concierne al derecho a la vida, habrá que estar a lo que dispone la constitución española al respecto, pues en su artículo 81, esto de momento es pacífico, ha establecido una reserva de ley orgánica para el desarrollo de esas materias. Y lo mismo puede decirse del derecho a la intimidad personal.
No obstante lo anterior, este gobierno, sin perjuicio de que ya ha dado varias muestras de pasarse la constitución por donde más o menos, según los casos, le duele, está dispuesto a arrogarse competencias que no son suyas, que no le corresponden y convertirse, no en un mero reglamentista, sino en legislador plenipotenciario, al modo chaviano.
Por otra parte, el Vicepresidente Solbes, en su ánimo de disimular su participación en el contexto económico, al que le echa la culpa de todos sus males, aunque los padezcamos nosotros, nos anuncia, alegre y descaradamente, la intervención del gobierno en los márgenes de la industria alimentaria. Y cuando, irremediablemente, comience a haber escasez, hará responsable de ello a aquella industria, como paso previo a la nacionalización. Vive Dios, que esto va más deprisa de lo que pensaba. Chávez es el maestro y Z su vasallo.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 11 de julio e 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.