Para empezar, lo que se afirma en la sentencia pertrechada por el marido de la escritora de las andanzas de la cosa, más conocido por "súperber", dicho en lenguaje zejijunto, no es la verdad. Y no es la verdad, porque está recurrida. Recurrida de modo o con efectos devolutivo y suspensivo. Y ello no se lo explico a doña Pilar, digo lo de recurrida de modo o con efectos devolutivo y suspensivo, porque suelo cobrar mis consultas, y para nada a Vd. la quisiera tener de cliente, además de que no me apetece cobrar del canon de la alegría y de mostrarme como un auténtico gilipollas —ya me entiende—, rodeando el ojo con los dedos.
Para continuar, Vd. no se entera. No se entera de nada, y bien que lo siento. Siga Vd. defendiendo que los terroristas que mataron a su hijo se vieron compelidos por una provocación insuperable, obcecación o arrebato y será espectadora en primera fila, si no de la absolución de los chicos islamistas, si de una importante atenuación de la pena que pudiera corresponderles.
Me da que Vd. no está bien atendida psicológicamente, y ello debería reprochárselo al gobierno de sus amores, que gobierna con la compañía impagable de ciento noventa y un muertos más uno, éste uno, cuatro años más tarde.
Pero vamos, su caso no es nuevo. No vaya Vd. a pensarse la única estrella de la fiesta del engaño socialista, su caso tiene un antecedente en el caso del aceite de colza, ¿se acuerda?, que afectó a las personas más humildes de entre las humildes. Y por ello, ya debería haber aprendido cómo se las gastan los socialistas del enredo y ninguna solución. "Enredos y soluciones Salanueva", para más señas, comisaria para el asunto de la colza, defraudadora en el BOE y compradora gratis total, en nombre de una supuesta reina, de valiosos cuadros al solo alcance de apestosos capitalistas y bushianos con botas "anzzar".
Como tampoco tienen solución para la cuestión del Forum Filatélico y Afinsa que, al final, le tocará resolverla al gobierno. Sí, gobierno, pero el del PP, elegido en las próximas elecciones anticipadas, más anticipadas que nunca.
Y para terminar me voy a permitir darle un consejo: No exhiba su dolor de madre en un país dominado por los chiquilicuatres. Corre el riesgo de ser confundida con el paisaje. Ni Vd., ni la memoria de su hijo lo merecen.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 12 de marzo de 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.