Al paso que vamos, el argumentario de los defensores de la vuelta anticipada a la Edad de Piedra del noventa por ciento de la población mundial —imagínense quiénes constituyen el restante diez por ciento— se reducirá a lo siguiente:
El abeto de mi jardín se oscurece al atardecer. Como todo, de noche todos los gatos son pardos. Ya empezamos, eso es cosa del cambio climático. Jodido Bush, o Buhs.
La araña roja campa por sus respetos en mi jardín. No me queda ni un geranio vivo. Se te habrá olvidado aplicar el aracnicida. No, eso es cosa del cambio climático. Jodido Bush, o Buhs.
Asómate aquí. ¿Ves el polvo que tiene la mesa? Bastante, no harías mal en limpiarlo. Deja, eso es cosa del cambio climático. Jodido Bush, o Buhs.
Demostrado, cuanto más subo el termostato de la tostadora más se quema el pan y así no hay manera de desayunar a gusto. Joer, bájalo. Quita, eso es cosa del cambio climático. Jodido Bush, o Buhs.
No me explico el careto del jefe cuando me ve llegar por las mañanas. Llega un cuarto de hora antes, o sea, a tu hora, y verás que sonrisa te dedica. Pues hasta ahí podíamos llegar. Eso es cosa del cambio climático, que está afectando a sus dosis de soberbia. Jodido Bush, o Buhs.
Hoy me he visto obligado a limpiarme los zapatos tres veces, cuando antiguamente sólo me los limpiaba una vez al día. Tú y tu manía de andar por la arena del parque. Que va. Eso es cosa del cambio climático. Jodido Bush, o Buhs.
Hace año y medio que no conozco a mi mujer, bíblicamente, me refiero. Cuídate, adelgaza un poquito, arréglate ese pelo, un poquito de atención por tu parte no vendría mal a lo que nos ocupa. No seas mamón, eso va a ser cosa del cambio climático. Jodido Bush, o Buhs.
De Jodido Bush, o Buhs, nada de nada, se llama Pepe y es fontanero. Y lo del cambio climático se lo pasa por el forro de los vagones.
Autor: Carlos J. Muñoz
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