Es tal el cúmulo de calamidades políticas perfectamente imputables a este gobierno de menesterosos que pretende regir despóticamente nuestras vidas, -calamidades de las que aquí, gracias a la admirable capacidad de síntesis de Luis del Pino, pueden leerse unas cuantas-, que no veo posible que el PSOE logre disimular a tiempo tanta engañifa ante las ya vecinas elecciones generales. En efecto, no sería fácil semejante disimulo ni aun cuando contara con el 100 % de los medios periodísticos a su favor y encima no se produjeran nuevos escándalos políticos que aún hundieran más a esta izquierda tan estrafalaria.
Pero resulta que no es así, puesto que a los escasos pero eficaces medios que desvelan a diario las graves deficiencias zapaterinas —COPE, LD, El Mundo, etc.— se les ha unido un sistema tradicional de información que ha renacido con gran fuerza ante el apagón informativo que practica la mayor parte de la prensa y TV, cuyos paradigmas más destacados se producen en Cataluña y Andalucía, donde se niegan a tratar en profundidad -cuando no deciden amparar-, la vileza política de un individuo que nos lleva directamente al despeñadero y encima lo hace sonriente, ufanándose de sí mismo, mientras maltrata con saña a las regiones no adictas, a través de los presupuestos públicos, y premia con entusiasmo a las más serviles o a las más chantajistas. ¡Vive Dios, que no es posible encontrar un presidente más dañino e injusto!
El sistema de información renacido no es otro que el “Boca a boca”, edición ciudadana del siglo XXI, a partir del ya muy consolidado Internet, medio donde la derecha —especialmente su rama liberal— domina ampliamente la escena y permite producir la sinergia suficiente para que no se vaya de rositas alguien que fue elevado por los votos nada menos que a la presidencia del Gobierno de España. Alguien que, recordémoslo con énfasis, en ningún caso fue elegido para hacer lo que ha hecho: ¡Incumplir la mayor parte de su programa electoral! [descargue aquí el programa en pdf], propiciando leyes contrarias a sus ofrecimientos programáticos o actuando con enorme frivolidad sobre cuestiones muy serias que afectan a la Constitución o a unidad de España en su conjunto y de las que nada se había dicho en el programa. Veamos dos de los ejemplos más graves e irresponsables.
-Negociación con los terroristas etarras. Sobre este asunto se aseguró literalmente lo siguiente: "Nos comprometemos al cumplimiento escrupuloso y estricto del Pacto de Estado Por la Libertad y Contra el Terrorismo suscrito entre el Partido Socialista Obrero Español, el Partido Popular y el Gobierno de la Nación y, en especial, a renunciar a la utilización política del terrorismo; nos comprometernos a mantenerlo vivo y en vigor hasta la derrota total de ETA o su disolución efectiva". Página 46.
-Nuevo estatuto de Cataluña: La desmedida reforma de dicho estatuto no aparece por ninguna parte en el programa electoral, al contrario, se habla literalmente de: “El modelo de Estado de las autonomías, que tiene de facto las características de un sistema federal, ha funcionado y funciona bien, en términos generales, y es un pilar esencial del Estado Social y Democrático de Derecho. Por tanto, los socialistas entendemos que el Estado de las Autonomías ni está agotado, ni sobrepasado, ni superado, ni hay que desbordarlo”. Página 59. (El subrayado es mío)
Lo más parecido al anuncio de una reforma estatutaria se trata en el siguiente párrafo: “…el PSOE posibilitará las reformas estatutarias que se planteen de acuerdo con la Constitución y respaldadas por un alto grado de consenso democrático. Pero también cree que ha llegado el momento de que, desde el Estado, se aborden algunas modificaciones del Estado Autonómico que contribuyan a superar las ineficiencias, distorsiones y desigualdades que el transcurso de los años ha ido revelando”. Y sobre el tema se incluye, además, este otro párrafo: “El Estado de las Autonomías, desde la perspectiva de los socialistas, debe funcionar con criterios de solidaridad y cooperación interterritorial (¿agua para todos?), para garantizar que todos los españoles, con independencia del lugar en el que residan, puedan recibir los mismos servicios y prestaciones públicas y gocen de un nivel similar de calidad de vida”. (El subrayado es mío).
Quien se considere leal consigo mismo, especialmente si es socialista y aún mantiene su apoyo a ZP, que se responda en voz baja al siguiente cuestionario: El estatuto de Cataluña, que a juicio del programa electoral del PSOE no estaba agotado, ni sobrepasado, ni superado, ni había que desbordar, ¿respeta hoy la Constitución, ha sido respaldado por un alto grado de consenso democrático, funciona con criterios de solidaridad y cooperación interterritorial, garantiza que todos los españoles (catalanes o no) reciban los mismos servicios, prestaciones públicas…?
Autor: Policronio
Publicado el 4 de octubre de 2007
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