Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas en 2007. |
Decía un viejo amigo del viejo Santiago Carrillo, que respondía al nombre de Iosif Stalin, que la muerte de un hombre era una tragedia, mientras que la muerte de un millón era sólo una estadística. Cada año se cometen cuarenta y seis millones de abortos en todo el mundo, veintiséis millones en países donde está legalizado. Es decir, cada 6 minutos mueren quinientos veinticinco niños y una mujer a causa de la práctica del aborto.
Dicho lo cual, cuando uno lee que el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha lanzado esta mañana el mensaje de que "reducir e invertir el cambio climático es el reto que define nuestra época", definitivamente no puede conciliar sus opiniones políticas con las de determinados majaderos que parecen dispuestos a crear una nueva religión climática a cualquier precio, mientras otras tragedias mucho más graves sacuden brutalmente la humanidad.
Y poco más puedo decir al respecto.
Autor: Smith
Publicado el 17 de noviembre de 2007
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