lunes, 23 de julio de 2018

Autocrítica

¡¡Seguimos queriendo saber!!

Hace unos días, en relación a la sentencia del 11-M, cuando a uno de mis articulillos lo titulé "El Gobierno gana por goleada", tuve una buena ocasión para callarme y no subirme a bordo del carro del apresuramiento, ni permitir que éste fuese maniobrado con cierta pose de capitulación. Lo reconozco. Las prisas son malas consejeras y aun cuando entonces dije que sólo pretendía ofrecer una primera impresión, ésta se sustentaba en un título más llamativo que correcto y en algún párrafo de cariz victimista que ampulosamente hablaba de tiros en la sien y venas sangrantes. 


Ahora, visto el asunto con alguna perspectiva y desde luego a modo de descargo, he de aclarar que entonces di mi opinión nada más escuchar el resumen que Gómez Bermúdez le leyó a las partes intervinientes en el proceso y a los periodistas. Y ese resumen, debo decirlo con la suficiente contundencia, era demasiado sesgado a favor de la tesis oficial —lo que a mi modo de ver le baja unos cuantos puntos al juez en cuestión— y por lo tanto movía a entresacar, precisamente, la conclusión que yo apunté. Al menos para los que tenemos el intelecto muy limitado.

Hoy no pienso del mismo modo, aun cuando mi intelecto sigue siendo el mismo. Más bien creo que la sentencia desarma en lo fundamental a la Fiscalía (y por lo tanto al Gobierno), y lo hace al menos en dos cuestiones de suma importancia: 1. El atentado no tuvo nada que ver con la guerra de Iraq, argumento de las orgías callejeras que llevaron al poder a los socialistas. 2. Se desconoce al autor intelectual (o principal inductor) de la masacre, lo que abre de par en par todas las puertas para que se siga investigando. 

Y claro, ante esa investigación que en la práctica ha quedado abierta, y que contradice sobremanera las palabras de Zapatero en la Comisión parlamentaria del 11-M, alusivas a que todo estaba claro, hay unos cuantos que comienzan a ponerse nerviosos. Peor para esa gente. Dos trabajos tienen: Acopiar los nervios según vayan recibiendo nuevas opiniones que les afecten a sus canongías y deshacerse de ellos. Porque los interesados en que la verdad más cercana a la realidad prevalezca, no la verdad judicial y mucho menos la verdad gubernamental, no pararemos en nuestra labor de difusión y de denuncia de cuanta circunstancia posea una apariencia de engaño. 

Autor: Policronio
Publicado el 6 de noviembre de 2007

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