Vivimos en un país completamente anormal desde el punto de vista democrático. Que nadie se engañe. Cuando un ex presidente del Gobierno, Felipe González Márquez, se permite el lujo de llamar "basura mediática" a los dos periodistas probablemente más populares de España, cuando una ministra -que por muy de cuota que sea, no deja de ser ministra- expresa públicamente su deseo de liquidar a la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, o cuando el principal partido de la oposición va de agresión en agresión, a la par que es tachado como "ultraderechista", algo no funciona en este país.
Imagínense por un momento que en España sucediera lo siguiente:
José María Aznar llama "basura mediática" a Gemma Nierga y Ernesto Ekaizer. Francisco Álvarez Cascos pide que se cuelgue de un árbol o se guillotine a Manuel Chaves. Una docena de sedes del PSOE son arrasadas por elementos del PP y de la "derecha extrema". Dos concejalas socialistas son agredidas brutalmente por jenízaros ultraderechistas. El Presidente del PP, Mariano Rajoy, se chotea de todo esto y acusa a los socialistas de crispar y de insultar (a las víctimas) y les prepara un "cordón sanitario" con el PNV y CiU, bajo la prohibición de consensuar una sola ley con Zapatero. ¿Se imaginan lo que pasaría aquí?
No se engañen, amigos de Batiburrillo, se está partiendo la cara a media España, mientras se esconde toda esta situación de escarnio y desvergüenza, además de los pactos ETA-PSOE (qué mentira socialista es esa de que no están hablando... ésto sí que es una mentira enoooorme), detrás del rollito de "las mentiras del PP" y "la Guerra de Irak". Como si no hubiera otra cosa. Qué vergüenza. Qué asco...
Autor: Smith
Publicado el 24 de mayo de 2007
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