¿Por qué no contenta ZP a su fulana, la ETA?

La imagen habla por sí sola respecto a la interdependencia entre Zapatero y su fulana, la ETA.

Supongamos que sea cierto que Rodríguez Zapatero está negociando el llamado “Proceso de Paz” sin entregar nada a cambio a los etarras, como pretenden hacernos creer desde el Gobierno. Supongamos, igualmente, que los gestos de aparente debilidad con De Juana y Otegi -dos hombres que, así se afirma, ahora se dedican a la política y han arrinconado la violencia-, se han producido como consecuencia del buen corazón del presidente del Gobierno. Imaginemos por un momento, además, que no sea cierto lo que afirma el diario Gara y que esas 25 reuniones entre los socialistas y los etarras, que llevan produciéndose desde al año 1999 para acá y que el PSOE desmiente, en realidad sean 5 o 6 encuentros, o menos, y encima se hayan producido a partir de que el Parlamento los autorizó en ausencia de violencia, es decir, a partir de la Resolución de mayo de 2005 del Congreso de los Diputados.

Vamos a dar por buena la verificación de alto el fuego o tregua indefinida que Rubalcaba se encargó de constatar y que el robo de pistolas, vehículos y explosivos en Francia, así como la extorsión continuada a los empresarios vascos y navarros sea cosa de algún grupo marginal de etarras que apenas cuenta para el “Proceso”, y que lo más probable es que se trate de activistas que actúan por su cuenta y riesgo —caso claro en la T-4 de Barajas— y a los que la cúpula de ETA no dudará en llamarles al orden en cuanto sean localizados, porque ya se sabe que en los últimos tiempos los comandos son autónomos para evitar infiltrados de la Policía o la G.C. 

Aceptemos, por lo tanto, que el resurgimiento desde hace meses de la kale borroka sea un fenómeno totalmente incontrolado, que corre a cargo de jovencitos con más ganas de juerga que otra cosa y que no reciben consigna alguna de sus mayores en esto del terrorismo de “baja intensidad”. Y, sobre todo, que no se nos ocurra pensar que las amenazas y violencias contra los candidatos de otros partidos en el País Vasco, especialmente del PP, sea algo que haya decidido la dirección de la ETA. Como tampoco ha decidido en absoluto practicar un buzoneo con las candidaturas del ANV, ilegalizadas por el Supremo, que es lo que extrañamente está haciendo otro grupo de incontrolados en determinadas localidades vascas y navarras, más que nada con ánimo deportivo-estadístico y a fin de que “alguien” contabilice los votos nulos como propios.

En pocas palabras, cualquier síntoma o actuación de la banda terrorista y asesina etarra —usemos en este caso sus atributos más que demostrados— está sobradamente justificada porque en realidad, y parece mentira que no nos hayamos dado cuenta antes que lo que la ETA pretende es entregar a toda costa las armas pero el PP se lo impide. Como se ha encargado de afirmar por escrito, con otras palabras pero dejándolo sobradamente explícito, un sujeto tan sectario que ha venido a resultar nada menos que un fiscal y que atiende al nombre de Javier Zaragoza. Recomendado de Cándido, para más señas. Ya hemos visto, pues, que el «clima de crispación social y de desconfianza en el funcionamiento de las instituciones», al que se refiere el fiscal Zaragoza, no está en absoluto justificado, por lo que el “Proceso de Paz” debería mantenerse a buen ritmo. Total, no nos vamos a poner por cuatro cosillas de nada de los etarras.

Ahora bien, me pregunto, si todo el panorama fuese tan luminoso y bucólico como pretenden hacernos creer: ¿Cuánto tiempo hace falta para que se vea algo tangible en ese “Proceso de Paz”? ¿Cuánto para que cesen la extorsión, las amenazas y la violencia? ¿Cuánto para que en el País Vasco pueda afirmarse sin demasiado margen de error que algún día existirá la democracia plena, libertad incluida? Han transcurrido dos años de negociaciones, si es que se parte de mayo de 2005, pero han sido hasta ocho los años de conspiraciones y enjuagues en el caso de que el diario Gara ofrezca una versión no demasiado falsa.

Ante este “Proceso de Paz”, que ni es proceso ni es de paz, porque en el 99 se vendió ya todo el “pescao” y a saber a qué precio, tengo la sensación de que sobre el escenario hay un "dante" y un "tomante". ZP y sus asalariados no dudan ni dudarán en dar a los etarras cuantas reivindicaciones acordaron que recibirían. Pero los donantes no desean darlo todo de golpe, como quieren los tomantes, más que nada para que el separatismo violento no alcance demasiado rápido el orgasmo político y el asunto acabe sin el gozo de, al menos, dos legislaturas más en las que es necesario inculcar a los adictos y a los ignorantes que lo suyo, como Gobierno, es de un gran mérito que debe ser respaldado mayoritariamente por la ciudadanía. Si, entretanto, nos encontramos con un jefe etarra que los tiene bien puestos y decide nuevas sesiones de T-4, se nos volverán a vender con el mismo poco valor del que inserta una moneda de euro en una máquina de Coca-Cola. 

Se imagina alguien que ZP le dijese a Ternera, a Txeroki o al jefe de turno de los etarras: “Bueno, pues como lo tenemos todo más que apalabrado, después de estas autonómicas finiquitamos el asunto”. “El tema de los presos, de Navarra y del referéndum lo fijamos para septiembre, máximo en la primera decena”. Una cosa así sería como echar todo el jamón al caldero y verse imposibilitado de seguir administrándole finas lonchas a la opinión pública española, lonchas a propósito de un "loable" “Proceso de Paz” —así se nos quiere presentar—, que bien poco mérito tendría de confirmarse la rendición incondicional que ahora sospechamos vehementemente. Como es entregar a la ETA todo lo acordado desde hace varios años, así de golpe como la propia ETA reclama en cada “zutabe”, debe ser algo similar a que veamos al fantoche que presume de su extraordinaria capacidad para el ligue, con perdón, justo en el momento en el que la fulana callejera le dice: “Como ya te has corrido, págame y al bajar de la habitación no te olvides de darle la propina a la señora de las toallas”. Así veo yo a los talantudos zapaterinos en sus fantochadas, como dadores de propinas a las señoras de las toallas. Eso sí, mientras tanto la puta ETA se dispone de nuevo a hacer la carrera. 

Autor: Policronio

Publicado el 23 de mayo de 2007