Dos son los ejes totalitarios sobre los que se asienta toda la campaña de la Memoria Histórica desatada desde las terminales socialistas, comunistas y secesionistas: 1º los políticos dictan lo que se dice sobre el pasado; 2º el Frente Popular era una coalición que defendía la democracia frente al fascismo. Dos mentiras para una maniobra, repetimos, profundamente to-ta-li-ta-ria, que no busca más que perpetuar a Zapatero en el poder.
Ya de por sí, existe una verdadera contradictio in terminis en la expresión "Memoria Histórica", pues no es lo mismo la Memoria que la Historia. La Memoria es subjetiva y la Historia es objetiva. Esto salta a la vista. Como salta a la vista la burda manipulación de todos estos conceptos por parte de las fuerzas derrotadas en 1939 por la mayoría de los españoles. Porque, no se olvide, ganaron los más frente a los menos.
En esto de la Segunda República y la Guerra Civil, la derecha tiene unos complejos de muy difícil solución. Por ejemplo, la reiterada alusión a la brutal represión de los poumistas en Cataluña por parte del Frente Popular en Cataluña. Como si los miles de fusilados catalanes previamente (no-poumistas, conservadores, católicos, falangistas...) no contaran del mismo respeto por parte de la propia historiografía derechista. Vivir para ver.
La Ley de la Memoria Histórica -que siempre será insuficiente para los de siempre y, por ende, sujeta a revisión- no es más que una farsa ligada a un conjunto de mentiras y topicazos, desde el archipublicitado bombardeo de Guernica hasta las kominternianas Brigadas Internacionales, a la par que oculta hechos tan flagrantes como la traición del PNV al Frente Popular. Las cosas son así, aunque el Partido Popular parece no enterarse. Complejos hasta el final. Faltaría más.
Autor: Smith
Publicado el 3 de junio de 2007
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