Terroristas vascos de la ETA y alguno catalán de Terra Lliure, los más de ellos envalentonados y sacando pecho ante la cobardía que distinguen ante sí; chorizos de alto standing alojados en La Moncloa, resueltos al desquite hacia sus antiguos patrones del BBVA, aunque sin hacerle ascos, de paso, al enriquecimiento personal; comunistas deseosos de la restauración guerracivilista, que entre piropo y piropo al tirano Castro y ondear de banderas republicanas piden las cuentas del Rey; antisistemas de todo pelaje interesados en ocupar viviendas ajenas durante el día y en adueñarse de las calles durante la noche; titiriteros codiciosos que aspiran a vivir del cuento y del dinero de todos, mientras nos ofrecen a cambio productos infumables y entusiastas declaraciones de apoyo a la inmoralidad gubernativa… es cuanto ha dado de sí este trienio zapaterino en el ámbito de las relaciones “fraternales”. Es decir, los amigos de ZP o son unos delincuentes descubiertos con la gallina en la mano o aspiran seriamente a ese cargo “honorífico”; eso sí, a poder ser con la impunidad total que el personaje en cuestión está dispuesto a concederles, que para eso ha colocado a unos cuantos fulanos sin escrúpulos en Interior, Justicia y Fiscalía General.
Y si hablamos de la amistad en el escenario internacional, otro de los puntos esenciales de ese volver al corazón de Europa que proclamó el menesteroso intelectual que ahora manda, no hay más que fijarse en la nómina de sinvergüenzas o tiranos que se sienten felices con el sujeto que presidente el Gobierno de la Nación española: Castro, Chávez, Morales, Hassán II…, más el islamista turco, el sátrapa iraní y algún cacique africano de a tanto el cayuco. Lo que significa que: o ha cambiado mucho el mapa de nuestro continente, desplazándosele el corazón a territorio andino, por ejemplo, o ZP no ha sido capaz de encontrar un colega que le escuche en las Cumbres europeas. Porque en Europa, clarifíquese, todos huyen de él como si fuese un apestado. O bien eso, o lo más probable es que le crean un cenizo que aporta mal fario. Y en América sucede otro tanto, solo que allí la amistad se paga en ambulancias, como lo prometido a Morales, y está claro que ZP está dispuesto a regalarlas de 700 en 700. Por no hablar de África, donde la unidad de medida de esa relación tan loable como es la amistad “desinteresada” viene determinada por las motos de agua, que es lo que el presidente de Senegal le exigió a Zapatero, vía Rubalcaba, para comenzar a hablar de parar un poco esa emigración industrial con la que nos favorecen los negritos a partir de la ley Caldera.
Autor: Policronio
Publicado el 9 de mayo de 2007
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