El corrupto y el 'corruto'

Varias cosas tienen en común Miguel Sebastián y José Blanco. Por abreviar, son socialistas, mentirosos (valga la redundancia) y personas de confianza del Presidente del Gobierno, Jose Luís Rodríguez Zapatero. Ahora bien, el primero parece un personaje corrupto y el segundo más bien 'corruto'. Que no es lo mismo.

Miguel Sebastián, candidato a la alcaldía de la capital de España por la gracia de Zapatero, que le puso tan a dedo como Fabio Capello a Guti el pasado domingo, aparece mezclado directamente en el conocido y turbio asunto de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, que está a las órdenes directas de Zapatero. La verdad es que no merece mucho la pena entrar a comentar este asunto. Sebastián empezó la campaña como "Sevahostiar" (con perdón), y el hombre se ha "hostiao" antes de empezar la propia campaña electoral. Sólo tenemos una curiosidad: ¿qué va a hacer el PSOE con este muerto en el armario de la oposición del Consistorio madrileño durante los próximos cuatro años?

Lo de José Blanco es tema aparte. Pepiño, primer gran cadáver político del zapaterismo, es desde ya una gran losa para el Presidente Rodríguez. No sabemos lo que tardará en verlo y/o en tomar medidas al respecto, pero Pepiño ya es un lastre para el socialismo español. A Felipe le costó bastante tiempo asimilar lo de Guerra, pero en esta ocasión, hay que decir que Pepiño no es nadie en el Gobierno. Esta semana el 'corruto' ha salido a la palestra, con auténtico rostro de defunción, de cadáver político, que es lo que es, para decirnos que ya se sabía que el Gobierno había negociado con ETA.

Naturalmente, Pepiño oculta que entonces ellos lo negaban, como niegan ahora las actuales conversaciones que mantienen los socialistas vascos con la jauría asesina estalinista.  Las cosas de Pepiño son así. La mentira va en el cargo. Y además, es que esto no es un tema de derechas ni de izquierdas, sino de dignidad y patriotismo.

Autor: Smith

Publicado el 9 de mayo de 2007